En el año y medio que estuvo en Independiente, Cristian Rodríguez tuvo más de diez lesiones o inconvenientes físicos. Solo seis veces pudo completar los 90 minutos, sobre 62 posibles. En los pocos momentos donde estuvo a pleno, demostró su categoría y sacó diferencias, pero su fragilidad física fue más preponderante. Por eso, los dirigentes decidieron rescindirle el contrato y que se termine su ciclo en el club.

El uruguayo no puso palos en la rueda para llegar a un acuerdo, aceptó la decisión y cobrará hasta diciembre. De esta forma, el Rojo se deshace de uno de sus contratos más altos y, pensando en otros jugadores que podrían marcharse, evaluará cómo gastar sus dos cupos de refuerzos. Igualmente, esto dependerá de quién sea el entrenador, ya que Gabriel Milito presentó su renuncia. El Cebolla, por su parte, volvería a su país para retirarse en su querido Peñarol.