Ayer, en la Villa Olímpica, comenzó la pretemporada de Vélez, con la ausencia de Hernán Barcos como la noticia principal. El delantero tendría todo acordado para seguir su carrera en Atlético Nacional, el campeón de América, pero no arregló su rescisión con el club de Liniers, donde tiene contrato hasta el 30 de junio.

Este miércoles, el delantero de 32 años se presentó en la Villa y entrenó normalmente con el resto del grupo, argumentando “problemas personales” para explicar su faltazo de ayer. Si bien participó de la práctica, Barcos se iría de Vélez. Llegó para el comienzo del último torneo como un refuerzo resonante y había mucha ilusión puesta en él, pero entre lesiones y bajos rendimientos, no pudo cumplir con las expectativas.

El cordobés nunca terminó de sentirse cómodo en su regreso al fútbol argentino y por eso lo más probable es que arregle su salida del club, negocie con Sporting Lisboa (dueño de su pase) y se vaya a Colombia. Quien también se entrena con el plantel pero probablemente se marche del club es Yamil Asad, que pasaría al Atlanta United de la MLS, donde sería dirigido por Gerardo Martino.