Nicolás Bertolo es uno de los dos futbolistas en la historia que fue campeón de la Copa Libertadores en Boca y en River (el otro es Jonatan Maidana). Integró el plantel del equipo de Miguel Ángel Russo en 2007, la última conquista Xeneize, y también participó en 2015 con el Millonario. 

Con 35 años se encuentra en la recta final de una carrera que además lo tuvo en Italia, España, México y la Selección Argentina, en dos oportunidades. Sin embargo, el jugador que actualmente juega en Platense sorprendió a todos con una contundente declaración:

"Odio el ambiente del fútbol. Es muy crudo decirlo. Agradezco estar en el final de mi carrera. El ambiente es cada vez peor. No logro adaptarme a nada, ni a los chicos de hoy, que no tienen la culpa, ni a las redes sociales ni al periodismo. Soy un negado y no logro adaptarme a todo ese circo que se genera. Si hablamos de fútbol y de anécdotas, podemos estar hablando toda la tarde. Escucho gente que por ahí le tirás la pelota y la agarra con la mano. Cada uno tiene derecho a decir y escribir lo que tiene ganas, pero no es justo. Esas cosas me afectan mucho. Te dan ganas de dejar", dijo Bertolo en diálogo con TNT Sports

Bertolo debutó en 2006 bajo el ala de Ricardo La Volpe. Le costó encajar en los planes de Boca. Pasó a Nacional de Uruguay en búsqueda de más rodaje. Regresó a Banfield en donde no tardó en ganarse el cariño de su gente. El buen nivel le permitió saltar al fútbol de Europa. Jugó en Palermo de Italia y Zaragoza de España. Luego recaló en el fútbol de México hasta regresar a Banfield, con el objetivo de devolverlo a la Primera División. 

Fue una de las figuras del equipo que dirigía Matías Almeyda y en 2015 llegó a River, en donde Gallardo comenzaba a hacer historia:

"Es el número 1, todos los años se reinventa. Encuentra el momento justo y el jugador le responde", definió Bertolo el extenso ciclo del Muñeco en River.  

Durante su estadía en River, además de la Copa Libertadores, Bertolo también participó en la conquista de la Copa Suruga Bank en 2015. A propósito de ese día, contó entre risas una anécdota inédita: "Gallardo me pedía mucho, me puteaba mucho. En el primer tiempo de la Suruga Bank los japoneses nos estaban pegando un toque. En el entretiempo me dijo de todo, me dijo si yo me había olvidado de jugar al fútbol. Estaba enojado, me arruinó. Me sacó la poca confianza que tenía".

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