La primera edición de la Supercopa Internacional se definió con un polémico penal a favor de Racing.
Cuando el partido se moría y parecía que iba a tiempo extra, Agustín Sández se arrojó al piso para bloquear una remate de Jonathan Gómez y tras un rebote la pelota impactó en el brazo derecho primero y la mano izquierda después.
Fernando Rapallini no dudó y sancionó la pena máxima para la Academia, en una acción muy discutida por todo Boca. El árbitro no se dejó intimidar por el reclamo y evitó la revisión de la acción en el VAR.
Gonzalo Piovi no desaprovechó la chance y cambió el remate por gol, con un potente remate, inatajable para Javi García, que significó el 2-1 y una nueva vuelta olímpica para Racing.