DIEGO MARTÍNEZ parecía tener las horas contadas como técnico de Boca. La derrota ante River como local, sin haber tenido una idea de juego clara en un partido tan relevante, parecía causal de despido. Pero el entrenador resistió.

Después de una reunión con el Consejo de Fútbol del Xeneize, quedó claro que Martínez dirigirá el sábado ante Belgrano. Tiene una vida más. ¿Cuántas vidas más?

Desde la maquinaria de fútbol de Boca no creyeron que la caída ante el Millonario haya sido determinante para despedirlo, sobre todo porque quedan dos objetivos claros hacia fin de año: la Copa Argentina y la clasificación a la Copa Libertadores de 2025.

La clave de la continuidad de Martínez, al menos por ahora, es la determinación que exhibió luego de la caída en el Superclásico: "Tengo fuerzas para seguir pero siempre voy a querer lo mejor para Boca. Entre todos los que trabajamos en el club veremos qué es lo mejor. Nosotros, como cuerpo técnico, tenemos muchas fuerzas para seguir, tratar de levantar y pelear tanto el campeonato como la Copa Argentina".

Con la fecha concluida Boca quedó 11° en la tabla de posiciones de la Liga Profesional, a 12 puntos del líder Vélez. En la tabla anual, para buscar la clasificación a la Copa, acumula 46 puntos y está a cinco de la zona de Libertadores -ahora se ubica en puestos de Sudamericana-.

En la Copa Argentina se encuentra en los cuartos de final: se enfrentará con Gimnasia y buscará avanzar en el torneo que otorga el pase directo a la Libertadores para el campeón.

La dirigencia, los que manejan el fútbol de Boca, no tienen reemplazantes en carpeta para lo que queda del año. Por eso sigue Martínez. De lo contrario quien debiera dirigir hasta el final de 2024 sería Mariano Herron, en un eventual tercer interinato en los últimos dos años.