SAN LORENZO sumó un nuevo problema a su ya vilipendiado presente con la renuncia de Leandro Romagnoli al frente del plantel. El ídolo como futbolista que contaba con la espalda adecuada para afrontar los problemas dijo basta el domingo por la noche, tras el empate con Godoy Cruz en Mendoza que terminó de manera tormentosa.

Es que la polémica decisión de Francisco Fydriszewski de picar el penal que podría haberle dado una victoria agónica y tres puntos que el Ciclón necesitaba como agua en el desierto resquebrajaron aún más los ya dañados cimientos del equipo, y generó una situación que puede marcar un antes y un después dentro del plantel.

La falta de resultados generó una psicosis en el mundo Azulgrana y hasta comenzaron a desempolvarse algunas calculadoras para hacer cuentas referidas a la situación de cara al descenso, aunque todavía se trate de una situación lejana. A ello se añaden los inconvenientes extra futbolísticos de corte económico y los cortocircuitos en la comisión directiva que encabeza Marcelo Moretti. 

Lo cierto es que la mañana de un lunes gris en el Bajo Flores pareció ser el marco propicio para el clima de tristeza que se vivió en la despedida del Pipi. Según se afirmó, las lágrimas empañaron sus ojos, tras lo cual se retiró del Pedro Bidegain en su Citroen C4 Cactus color blanco envuelto en la incertidumbre de su futuro profesional.

El primer entrenamiento de la semana está al mando de Damián Ayude, director técnico de la reserva, quien ejercería el interinato mientras comienzan a sonar los primeros nombres para reemplazar a Romagnoli. En ese sentido, el de Lucas Pusineri es el que picó en punta.