LA NOTICIA de que Estudiantes, a través de Foster Gillett, contrataría a Cristian Medina tras la ejecución de la cláusula por 15 millones de dólares para rescindir el vínculo del futbolista con Boca, fue la más fuerte de los últimos días y causó repentina conmoción.
Se trató del primer acto fuerte y concreto de la relación establecida entre el Pincha y el inversor estadounidense, quien pretende inyectar una enorme cantidad de dinero en el club presidido por Juan Sebastián Verón,en medio de la polémica por si ello convertirá a los platenses en la primera expresión de las SAD (sociedad anónima deportiva) en la Argentina.
Desde Brandsen 805, sin embargo, elevaron una denuncia a la AFA para advertir de que la plata que ingresó a sus cuentas lo hizo desde otra perteneciente a Gillett, algo que no está permitido en la reglamentación ya que debe provenir del club que va a cobijar al volante (Estudiantes) o del propio Medina.
Se especuló con el hecho de que tal circunstancia hiciera caer la operación, pero no sería un impedimento más allá de requerir un cambio en el proceso.
El siguiente paso fue la devolución del importe a la cuenta de origen, lo que provocó una situación de stand by en cuanto al futuro del mediocampista que desde hacía varios meses presionaba para dejar Boca y estuvo cerca de recalar en Fenerbahce de Turquía, aunque finalmente se descartó el ofrecimiento.
Ahora corre un plazo de 72 horas para que Medina ejerza personalmente el pago de los 15 millones o que lo haga el último ganador de la Copa de la Liga y del Trofeo de Campeones, que se vio involucrado en las últimas horas en una situación con Boca: la pelea por Alan Velasco, al interesarse a través de Gillett en el gran objeto de deseo del presidente Juan Román Riquelme.