SERGIO ROMERO volvió al arco de Boca tras su dolencia en el tendón de Aquiles que lo marginó algunos partidos. Mostró la misma solvencia de siempre y su voz de mando característica, dos de los atributos que lo llevaron a ser indiscutido y a que los hinchas de Boca se pregunten inquietos si continuará en el club una vez que expire su vínculo.

Al respecto, Chiquito explicó que "mi contrato es hasta diciembre. Voy a dar lo mejor que tengo para seguir en Boca si me toca. No me preocupa que me traigan un contato sobre la mesa; es más: tengo el contrato sobre la mesa, esa es la realidad. Tengo que ver qué dice mi familia. Mis hijas se adaptaron bien en la vuelta al país, así que hablaremos para tomar una decisión".

Las espaldas las tiene cuidadas por Leandro Brey, de 21 años, el proyecto a futuro de Boca para custodiar su valla. Al respecto, Romero afirmó: "Que venga con esas ganas y ese profesionalismo hace que a mí y a Javi (García), que somos los más grandes, nos dé nafta. Te pone en un nivel que no te podés relajar, tenés que estar ahí arriba. Fue a la Selección Argentina y llegó a los Juegos Olímpicos, es para aplaudir. Lo mejor que tenemos como grupo de arqueros es que todos queremos lo mismo".

Y extendió sus elogios hacia todo el equipo: "Tenemos 25 chicos que pueden jugar, lo demostraron los que fueron a la altura. Eso es lo más importante que tiene este equipo hoy, que todos somos importantes. Te toque jugar cinco minutos o noventa, vas a colaborar para que a Boca le vaya bien. Dejamps de ser 11, 12, 13 o 14 parea pasar a ser 24 a disposición de Boca".

El arquero de 36 años elogió la mejoría ostensible del conjunto: "En el último mes o los últimos 40 días hubo un cambio muy importante, se vio un Boca totalmente diferente, que propone juego, que intenta llevarlo adelante y que no se planta defensivamente en ninguna cancha y con ningún equipo".

Luego se refirió directamente al entrenador Diego Martínez, sobre quien aseguró que "trajo renovación, trajo aire fresco y poco a poco se van viendo los resultados. Obviamente a todos nos hubiese gustado el primer partido ver que Boca jugaba un fútbol espectacular o que había triangulaciones o que todos nos conectábamos rápido. Pero eso no sucede en ningún equipo del mundo. Nos llevó un poco de tiempo pero hoy logramos eso".