En la tar­de del 18 de no­viem­bre de 1951 del re­la­to de Er­nes­to Vel­tri no sur­gió nin­gu­na fra­se me­mo­ra­ble ni na­cie­ron mu­le­ti­llas pe­ga­di­zas. Tam­po­co en los co­men­ta­rios de En­zo Ar­di­gó y Raúl Go­ro, pe­ro ha­bía al­go es­pe­cial: jun­to a sus vo­ces, unos mil tres­cien­tos ho­ga­res por­te­ños re­ci­bie­ron por pri­me­ra vez las imá­ge­nes de un par­ti­do de fút­bol. Eran po­cos com­pa­ra­dos con los 70 mil que col­ma­ban el vie­jo Ga­só­me­tro, pe­ro fue­ron tes­ti­gos pri­vi­le­gia­dos de una no­ve­dad tec­no­ló­gi­ca que no co­no­ce­ría lí­mi­tes en su cre­ci­mien­to. To­do gra­cias a la vi­sión de Sa­muel Yan­ke­le­vich, el hom­bre que in­tro­du­jo la tevé en el país y que ese día di­ri­gió la trans­mi­sión des­de el ca­mión de ex­te­rio­res pa­ra­do en Ave­ni­da La Pla­ta. Mu­chos no re­pa­ra­ron en las tres cá­ma­ras (dos en la can­cha y una en lo al­to de la pla­tea).

En el ves­tua­rio un jo­ven san­jua­ni­no es­pe­ra­ba su de­but en San Lo­ren­zo. No es­ta­ba ner­vio­so. Y lo de­mos­tró a los diez mi­nu­tos del en­cuen­tro  cuan­do su­pe­ró con un ca­be­za­zo a Ama­deo Ca­rri­zo pa­ra me­ter­se en la his­to­ria como quien  marcó el pri­mer gol para la te­vé ar­gen­ti­na. “No re­cuer­do ha­ber vis­to nin­gu­na cá­ma­ra; es que ha­bía tan­ta gen­te...”, re­cuer­da Jo­sé Ma­ra­vi­lla, aquel en­trea­la de­re­cho que ano­tó el pri­mer gol que sur­có el éter. “En ese mo­men­to fue un par­ti­do más. Años des­pués, ha­blan­do con Ama­deo, nos en­te­ra­mos de que ése ha­bía si­do el pri­mer gol vis­to por tevé”, re­cuer­da hoy Ma­ra­vi­lla.

Co­mo no exis­tía el vi­deota­pe, Ma­ra­vi­lla nun­ca pu­do ver su gol. Tam­po­co lo vio el ca­ma­ró­gra­fo, un mu­cha­cho lla­ma­do Ni­co­lás del Bo­ca, pa­dre de An­drea, y que más tar­de se con­ver­ti­ría en un exi­to­so di­rec­tor de ci­ne y tevé. “En un mo­men­to per­dí de vis­ta la pe­lo­ta y en­fo­qué el ar­co de San Lo­ren­zo –re­cor­da­ba Del Bo­ca–. Unas mi­lé­si­mas de se­gun­do des­pués Ma­ra­vi­lla hi­zo un gol. Fue pu­ra suer­te”. Ésa fue la úni­ca vez que Del Bo­ca co­man­dó una cá­ma­ra en una can­cha.

Síntesis del partido

EL GRÁFICO (2001).