GRATA SORPRESA
Le confieso, sinceramente que la designación de jugador y capitán del team fue para mí una sorpresa, mucho menos grata que la de saber que las autoridades de la Asociación Amateurs Argentina habían dispuesto, con muy plausible criterio, que nos entrenásemos bajo la dirección de un profesional (el Profesor Lago), cuya reconocida competencia era un sello que anticipaba el éxito.
Mucho bien nos hicieron esos 15 días, de intenso ejercicio que precedieron a la partida. Algunos de los jugadores jamás habían soportado un régimen de adiestramiento tan severo como el que cumplimos en San Isidro, y, sin embargo, no obstante todo, ninguno dejó de sentirse satisfecho, pues todos, sin excepción, comprendieron de inmediato que la práctica de los ejercicios a que nos sometió el profesor Lago, tenía que proporcionarnos, por fuerza, una resistencia y vigor imposible de superar.
EN VIAJE
El 13 de octubre partimos de Retiro 17 de los 18 jugadores que integraron la representación. Por la noche del día siguiente, y después de un viaje que resultó en extremo cansador por lo monótono del paisaje, llegamos a Valparaíso, de donde salirnos el 15, a bordo del "Orcoma", rumbo a Callao. La travesía fue de lo más feliz. Durante una hora por las mañanas y otra por la tarde, en cubierta, tanto los jugadores como los delegados nos entregábamos complacidos a las clases de calistenia que el entrenador impartía con austera severidad. Se saltaba, se corría y se nos obligaba a realizar cuanto ejercicio existe para poner a prueba la fortaleza física. Terminada la sesión, nos entregábamos unas veces al reposo y otras al recreo; pero manteniendo siempre, y en todos nuestros actos, la más estricta disciplina, es decir, la misma que se nos había obligado a guardar y la misma que nosotros, conscientes de nuestro deber y responsabilidad, prometimos no abandonar.
Descendimos en Antofagasta para jugar un match de práctica y, cuando volvimos al barco, no fue poco el trabajo que tuvo el masajista Solá, pues debió atender a todos, ya que todos sin excepción regresarnos doloridos de las piernas, por haber jugado en una cancha de piso muy duro. Seguimos viaje ese mismo día, y el 21 llegamos a Perú, acompañados de los jugadores uruguayos que hicieron todo el trayecto con nosotros.
VIDA NUEVA
Una verdadera vida nueva fue la que hicimos en el balneario La Punta, situado a unos 40 kilómetros de Lima. Allí, en el hotel Rivera, nos alojamos, y al lado, en el campo de la Escuela de Marina, practicábamos todos los días. El lugar no podía ser más apropiado, pues se respiraba un aire puro de mar y se vivían las horas en forma grata y apacible. A medida que se aproximaba la fecha del debut, fuimos intensificando nuestro entrenamiento, y, seguros de nuestro propio valer y convencidos de que no debíamos defraudar las esperanzas de nuestros compatriotas, porque ello habría sido indigno de nosotros mismos, entramos al field el domingo 30 de octubre, dispuestos a derrotar a los bolivianos.
BUEN MATCH
Frente a Bolivia cumplimos una buena performance, y el resultado del score, que fue de 7 a 1, dice bien a las claras cuánta fue nuestra superioridad. En Lima, nuestra presentación motivó elogios calurosos de la prensa deportiva, la que sin reparos de ninguna naturaleza comenzó a presentarnos como los más posibles ganadores del concurso. De los bolivianos diré que forman un conjunto más entusiasta que homogéneo; que cuenta una línea delantera constituida , por muchachos de buenas condiciones y que habrán de tener otra figuración más respetable el día que se resuelvan seriamente a practicar el deporte en la forma intensa que es característica entre nosotros.
CONTRA LOS URUGUAYOS
Circunstancias ya conocidas impidieron que, aficionados como Calandra, Ochoa y Orsi, pudieran integrar nuestro team la tarde que jugamos contra nuestros tradicionales adversarios; pero con todo, el team no era débil y, lo que es más, todos y cada uno habían demostrado en forma elocuente que estaban capacitados para luchar bravamente. Los primeros instantes del partido fueron recios y disputados palmo a palmo. Predecir el ganador, habría resultado aventurado, ya que, si era grande la fe en nosotros, no era menor el optimismo de nuestros rivales.
No quiero recordar ahora todo lo que aconteció esa tarde. Lo que puedo decirles es que nuestra victoria fue conseguida en buena lid y ha sido merecida, por muchos conceptos, pues desde mucho antes de finalizar el match, estaban agotados los uruguayos, mientras que nosotros, gracias al entrenamiento a que nos habíamos sometido, estábamos como dispuestos a disputar un partido más.
Hubo durante el transcurso del partido escenas desagradables; pero tengo, como capitán, la satisfacción de poder afirmar que en ningún caso fueron promovidas por los jugadores argentinos, ya que éstos trataron siempre de evitar la consumación de hechos censurables. De la excelencia de nuestro comportamiento en esa ocasión, dan fe los diarios peruanos; que aplaudieron encomiásticamente a nuestro proceder y censuraron, con excesiva acritud algunos, a los perdedores. Diré, así al pasar, que "La Noche", uno de los órganos periodísticos de mayar circulación, fue tan severo en la censura que, al día, siguiente, queriendo disminuir el rigor de su protesta, decía que su indignación, que a muchos les parecía exagerada, había sido producida por el dolor y la pena que le había causado comprobar tanta vergüenza. Y MibeIIi, delegado uruguayo, que fue con la delegación de su país cuando asistió a uno de los tantos banquetes que nos fueron ofrecidos, reconocía hidalgamente que habíamos estado correctísimos en todas las circunstancias y que merecíamos felicitaciones.
ÚLTIMO PARTIDO
Lo jugamos contra los peruanos, quienes, en ningún momento, creyeron pudieran caer vencidos, Tan seguros estaban de poder vencernos, que el día antes un diario de Lima publicó una carta de un caballero que aceptaba apuestas a favor de sus compatriotas. Cuando quisimos cubrirla, ya era tarde. El hombre habla cambiado de opinión. Argentina venció 5 a 1 y conquistó su tercer título continental.
El Gráfico (1927)