ANDRIY LUNIN vivía una especie de cuento de hadas hasta hace poco más de quince días. Tuvo una grandísima temporada en Real Madrid, donde reemplazó con grandes actuaciones a Thibaut Courtois, el monstruo del arco de la Casa Blanca que se rompió los ligamentos y tuvo varios meses de recuperación.

Pero el pasado 1 de junio, en ocasión de la final de la Champions League, cuando el Merengue se consagró por decimoquinta vez, no pudo tener la frutilla de un postre que terminó con sabor agridulce. Carlo Ancelotti decidió devolverle la titularidad al belga en ese trascendental cotejo.

Los rumores hablaron de un enojo del futbolista de 25 años, de quien se dijo que podría llegar a abandonar el club. Lo cierto es que este lunes fue uno de los grandes responsables de la goleada en contra de Ucrania en el debut de la Eurocopa, donde cayó 3-0 ante Rumania.

El propio Lunin se hizo cargo de la situación: "Mi primer error ha cambiado el partido", dijo sin tapujos, y pidió perdón a sus compañeros por su olvidable desempeño.

"Mi primer error ha cambiado el partido, ya he pedido disculpas y tenemos que dar otro paso en el siguiente partido", afirmó.

"Si se equivoca un portero prácticamente es gol", señaló resignado, y agradeció el apoyo incondicional e los hinchas. "Vamos a seguir luchando por ellos y por todos los soldados que están defendiendo nuestro país", concluyó.

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