Si se tratara de una película, podríamos decir que el climax fue en el minuto 119.
La final entre Chelsea y Liverpool estaba 0-0 e iba camino a los penales hasta que Thomas Tuchel decidió el ingreso de Kepa por Mendy para la definición desde los 12 pasos.
La estrategia de cambiar de arquero tiene sus antecedentes favorables. El factor psicológico juega su partido en un momento determinante. Lo hicieron desde Van Gaal, en un Mundial, hasta Caruso Lombardi, en la definición de un Reducido por el ascenso.
Pero esta vez todo lo que podía salir mal, salió peor.
Kepa no solo no pudo atajar ningún penal de los 11 que le ejecutaron. Además falló el suyo y eso le permitió a Liverpool consagrarse campeón de la Copa de la Liga de Inglaterra.
El propio Kepa había sido partícipe de una jugada similar, cuando en 2019, siendo arquero titular, se negó a salir para ser reemplazado por Wilfredo Caballero en la definición por penales contra Manchester City en la Copa de la Liga.
En aquella ocasión, desautorizó el cambio de Sarri, permaneció en cancha, atajó un solo remate y el equipo de Guardiola terminó consagrándose.
Evidentemente, los penales, la Copa de la Liga de Inglaterra y Kepa no tienen buena relación.
FOTO DE PORTADA: JUSTIN TALLIS / AFP