NASSER AL KHELAÏFI es el presidente de PSG desde 2011 y como empresario invirtió mucho dinero desde entonces por potenciar al club parisino en la alta competencia europea. Si bien el equipo se convirtió en amo y señor del fútbol francés, todavía tiene la cuenta pendiente de ganar a nivel europeo, para lo que no sirvieron hasta ahora figuras de la talla de Neymar, Kylian Mbappé y el mismísimo Lionel Messi, por las que el qatarí hizo enormes erogaciones de dinero.

De una polémica personalidad, además de demostrar cierto destrato para con el capitán de la Selección Argentina, al que no homenajeó tras la obtención de la Copa del Mundo que el 10 ganó en la propia tierra del mandatario, mantuvo un tenso conflicto con Mbappé, quien hasta estuvo separado del plantel por no querer extender el contrato que vencerá en junio próximo.

Ahora su contrincante es el Ayuntamiento de París, al que le dio un período de tres meses para que le vendan el estadio donde Paris Saint Germain se desempeña como local. "No nos venden el campo porque somos árabes, somos de Qatar. Es muy grave decir eso", declaró Al Khelaïfi.

Ante la intransigencia del Ayuntamiento para desprenderse del escenario, el qatarí intentó adquirir también el Stade France, pero finalmente retiró su propuesta al creer inviable la posibilidad de mudarse a la casa de la Selección de Francia.

"Tenemos que arreglarnos en 3 meses, si no, nos vamos. Estamos muy atrasados si nos comparamos con los demás. Tenemos planes, pero son confidenciales. Si no quieren vender, ya ni siquiera es una opción. No podemos esperar eternamente. Tenemos inversores que quieren unirse a nosotros. No vamos a esperar mucho", añadió.

El árabe fue todavía más duro: "Lo que está pasando es vergonzoso. Sobre todo porque antes de cambiar de opinión querían vender el estadio. Teníamos un acuerdo para la venta. Todo esto me entristece. No por nosotros, sino por los aficionados".

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, manifestó por su parte que "mi postura con la venta es irrevocable. Habíamos abierto la puerta a la posibilidad de vender el estadio a nuestro club, el PSG. Es cierto que en el modelo económico de los grandes clubes, casi todos son propietarios y este argumento, por supuesto, lo analizamos. Lo segundo es que para vender había que respetar las reglas, porque pertenece a los parisinos, no me pertenece a mí personalmente. Estamos en un país donde el Estado de derecho funciona y existen procedimientos establecidos para la compraventa".

La funcionaria sostuvo que "hay precios que deben fijarse y deben corresponder a la propiedad. Creo que la palabra ridícula sigue siendo la adecuada para catalogar la oferta de 38 millones de euros del club".