ATLÉTICO DE MADRID celebró un triunfo agónico en su debut en la Champions League ante Leipzig por 2-1, gracias al tanto convertido por el uruguayo Josema Giménez. Su conquista motivó la locura en el Cívitas Metropolitano, incluida la del entrenador Diego Simeone, que festejó como un jugador más.

Pero hubo otro hecho llamativo en lo concerniente a los argentinos: a los 62 minutos hubo silbidos cuando se anunció la salida de Rodrigo De Paul ante el ingreso de Connor Gallagher.

El argentino estaba amonestado y de una pérdida suya llegó el 1-0 de Leipzig, pero más allá de ello no había tenido un mal partido en términos generales. Una de sus grandes intervenciones fue un pase magistral que no terminó en gol por muy poco.

El Motorcito venía de dar una asistencia espectacular el pasado domingo en el triunfo del Colchonero por la liga de España ante Valladolid.

En la estadística general tuvo una efectividad de pases del 74%, con 32 buenos y 11 incorrectos. No registró tiros al arco y plasmó 2 recuperaciones de las 17 de su equipo.

Acostumbrado a recibir ovaciones de parte de los hinchas argentinos que lo idolatran por sus grandes actuaciones en la Scaloneta, esta vez experimentó una situación a la que no está acostumbrado.

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