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Jennifer Dahlgren: pim, pum, pam
La atleta olímpica, especializada en lanzamiento de martillo, en respuestas cortitas y al pie.
Nota publicada en la edición de mayo de 2014 de El Gráfico
Me encanta... ir al cine sola un miércoles a la tarde.
Detesto... la mala onda. ¡Más amor, por favor!
No entiendo nada de... autos.
Pocos saben de mí... que les tengo fobia y pánico a los sapos.
Mi peor defecto es... empezar algo y tildarme para terminarlo.
Cuando me enojo...me callo. Si me preguntás qué me pasa y te digo “nada”, ¡agarrate!
Los mejores lugares que conocí por trabajo son... Grecia, Jamaica y Barbados.
En internet me engancho con... Ellen en YouTube y con manualidades en ¡Pinterest! (risas).
En twitter sigo a... Manu Ginóbili, Pink, Adam Levine, Kim Kardashian (posta), Roger Federer, Tony Hawk…
Mis comidas preferidas son... los carbohidratos: pastas y pan, lo que menos puedo comer. ¡Estoy perdida!
Amo... los atardeceres, las charlas de café y las siestas con mi gata.
En mi tiempo libre... hago de todo: amigos, mates, lectura, crochet (un modo de tejer), taller de cerámica, clases de guitarra y de fotografía.
No duermo sin antes... ducharme, porque es el último paso para relajarse.
Mi sueño es... escribir y publicar cuentos infantiles, una de esas cosas que empecé y no terminé.
Nació hace 30 años en San Isidro, pero de chiquita emigró al exterior. Alternó su vida entre Brasil, Estados Unidos y Argentina, hasta que volvió a Buenos Aires en 2008 para asentarse. A los 11 años, había comenzado a entrenarse en el CeNARD y construyó luego una linda carrera que la llevó a imponerse en lanzamiento de martillo. Jenny ostenta el récord sudamericano, data de abril de 2010 cuando lanzó 73,74 metros, su mejor registro. Más allá de haber ganado 3 torneos sudamericanos, acredita 4 medallas en el Iberoamericano, 2 en los Odesur y 1 en los Juegos Panamericanos. Al igual que su madre, Irene Fitzner, es olímpica. Mientras su mamá (velocista) compitió en los Juegos de Munich 1972, ella participó en 3: Atenas 2004, Beijing 2008 y Londres 2012. En Mundiales, estuvo en 5 y logró su mejor posición en Daegu 2011 (10º). Aún tiene mucho para dar.
Detesto... la mala onda. ¡Más amor, por favor!
No entiendo nada de... autos.
Pocos saben de mí... que les tengo fobia y pánico a los sapos.
Mi peor defecto es... empezar algo y tildarme para terminarlo.
Cuando me enojo...me callo. Si me preguntás qué me pasa y te digo “nada”, ¡agarrate!
Los mejores lugares que conocí por trabajo son... Grecia, Jamaica y Barbados.
En internet me engancho con... Ellen en YouTube y con manualidades en ¡Pinterest! (risas).
En twitter sigo a... Manu Ginóbili, Pink, Adam Levine, Kim Kardashian (posta), Roger Federer, Tony Hawk…
Mis comidas preferidas son... los carbohidratos: pastas y pan, lo que menos puedo comer. ¡Estoy perdida!
Amo... los atardeceres, las charlas de café y las siestas con mi gata.
En mi tiempo libre... hago de todo: amigos, mates, lectura, crochet (un modo de tejer), taller de cerámica, clases de guitarra y de fotografía.
No duermo sin antes... ducharme, porque es el último paso para relajarse.
Mi sueño es... escribir y publicar cuentos infantiles, una de esas cosas que empecé y no terminé.
Nació hace 30 años en San Isidro, pero de chiquita emigró al exterior. Alternó su vida entre Brasil, Estados Unidos y Argentina, hasta que volvió a Buenos Aires en 2008 para asentarse. A los 11 años, había comenzado a entrenarse en el CeNARD y construyó luego una linda carrera que la llevó a imponerse en lanzamiento de martillo. Jenny ostenta el récord sudamericano, data de abril de 2010 cuando lanzó 73,74 metros, su mejor registro. Más allá de haber ganado 3 torneos sudamericanos, acredita 4 medallas en el Iberoamericano, 2 en los Odesur y 1 en los Juegos Panamericanos. Al igual que su madre, Irene Fitzner, es olímpica. Mientras su mamá (velocista) compitió en los Juegos de Munich 1972, ella participó en 3: Atenas 2004, Beijing 2008 y Londres 2012. En Mundiales, estuvo en 5 y logró su mejor posición en Daegu 2011 (10º). Aún tiene mucho para dar.