Análisis
El día después de Ginóbili
Manu anunció lo que todos temían que dijera. Las chances de volver a la Selección son mínimas y su retiro está cerca. Una figura difícil de suplantar con una historia irrepetible.
![Imagen](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/55/26/5526e6044169f.jpg)
Desde los primeros Juegos Olímpicos hasta el 2000, la selección argentina de básquet sólo participó en tres ocasiones: 1948, 52 y 96. El cambio de década modificó la suerte y Argentina estuvo en las primeras tres Olimpíadas. No sólo eso: ganó la medalla de oro en Atenas, de bronce en Beijing y fue cuarto en Londres.
Nunca está de más contextualizar al deporte de los aros para entender la magnitud de la Generación Dorada. Y dentro de ese equipo, Manu Ginóbili fue el más relevante. Por rendimiento con la albiceleste, actitud, anillos de NBA y hasta opiniones de sus propios compañeros, la afirmación es indiscutible. A los 37 años, el fin de ciclo es inminente. Públicamente ya descartó el preolímpico de Monterrey que se jugará este año y calificó de “ínfimas” las chances de estar en Río 2016.
![Imagen En Beijing 2008 fue abanderado de la delegación argentina en la ceremonia de inauguración.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/55/26/5526e6044169f.jpg)
En Beijing 2008 fue abanderado de la delegación argentina en la ceremonia de inauguración.
El hockey femenino despidió a su Maradona, Luciana Aymar, y el tenis masculino hizo lo propio con la legión que protagonizó un Roland Garros 2004 memorable. Aún está fresco el recuerdo de un excelso polideportivo que coincidió en tiempo y espacio. Sin embargo la chicharra del final le llega a todos. Todo indica que la temporada 2015 en los Spurs, será la última de Ginóbili como profesional.
![Imagen El oro en Atenas 2004 sacó la espina de Indianápolis 2002.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/55/26/5526e22eb9b4a.jpg)
El oro en Atenas 2004 sacó la espina de Indianápolis 2002.
Razonamiento lógico: si Manu está bien físicamente, juega en buen nivel y si juega en buen nivel, disfruta. En 2014 conquistó su cuarto anillo. En la serie decisiva, San Antonio le ganó a Miami Heat, contrariamente a como había terminado un año antes. En aquella final de 2013 el bahiense no había tenido una buena actuación y muchos se apresuraron a hablar del retiro. Un año después cambió incertidumbre por laureles.
![Imagen Pase de faja en enero de 2015. La magia perdura.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/55/26/5526e22e8506b.jpg)
Pase de faja en enero de 2015. La magia perdura.
Ginóbili llegó a la NBA mediante el draft en 2002 después de ser subcampeón en el Mundial de Indianápolis y ganarle al Dream Team en su propia tierra. A nivel clubes, ya se había destacado con 4 títulos en el Kinder Bolonia italiano. De todas maneras, muchos imaginaban que jugar en la liga más importante del mundo su techo profesional. No era poca cosa: en casi 50 años, desde estos pagos sólo lo habían conseguido Pepe Sánchez y el Colorado Wolkowyski.
Pero atravesó el techo. Fue el primer argentino en obtener un anillo de NBA y luego ganó tres más. Es ídolo y referente en San Antonio, superó los 800 partidos en temporada regular, jugó dos All-Star Game, fue elegido entre los mejores 100 de la historia de la NBA y les abrió la puerta de la gran liga a varios compatriotas. Una máquina que además supo transmitir valores y un liderazgo difícil de poner en palabras. Le queda poco adentro de la cancha y probablemente bastante alrededor de la bola naranja.
El día después de Ginóbili se aproxima irreversiblemente. Como mínimo, quedan dos cosas: la temporada 2015 y la sensación de que más no se le puede pedir a uno de los deportistas argentinos más trascendentales de la historia.
![Imagen El "Big Three" compartió cancha durante más de 12 años. Son ídolos.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/55/26/5526e22ea7847.jpg)
El "Big Three" compartió cancha durante más de 12 años. Son ídolos.
Por Pedro Molina