Hoy comienza la gran final de la NBA

En 2015, con un Steph Curry fantástico y con Andre Iguodala como MVP de las finales, Golden State Warriors venció por 4 a 2 a Cleveland Cavaliers y ganó el campeonato de la NBA tras 40 años. Al año siguiente, con un LeBron James supremo y un Kyrie Irving fundamental, los Cavs se vengaron, dieron vuelta un 1-3 por primera vez en la historia de las finales y consiguieron el primer título en la historia de la franquicia.

Luego del duro golpe del año pasado, los Warriors incorporaron a Kevin Durant, uno de los anotadores con más recursos de todos los tiempos, que se unió a uno de los candidatos en busca del primer anillo de campeón de su carrera. Retuvieron a sus otras figuras (Curry, Klay Thompson, Draymond Green), pudieron dosificar los egos y se transformaron en un equipo temible, al que le pusieron el mote de “invencible” desde el comienzo de la temporada. Cleveland, por su parte, hizo un recambio en los “jugadores de rol” pero mantuvo el núcleo compuesto por sus tres estrellas: James, Irving y Kevin Love.

El camino a la final

Como era de esperarse, los dos equipos llegaron a la final, donde se enfrentarán por tercera vez consecutiva. Ambos tuvieron un recorrido similar hasta llegar a la definición. Pasaron sin problemas por la serie regular (Golden State terminó primero en el Oeste, mientras que Cleveland se relajó sobre el final y quedó segundo en el Este) y comenzaron los playoffs barriendo a sus rivales en las primeras dos rondas.

En las finales de conferencia, cuando iban a enfrentar a equipos que, en teoría, podían hacerles frente, los dos se vieron beneficiados por la lesión de la gran figura de su rival. Los Warriors enfrentaron a unos San Antonio Spurs sin Kawhi Leonard, mientras que los Cavaliers se midieron ante unos Boston Celtics sin Isaiah Thomas. Los dos ganaron con comodidad (los de Oakland arrasaron por 4 a 0 y los de Ohio se impusieron por 4 a 1) y llegaron frescos a la final.

Las claves

La serie, que promete ser apasionante, comienza esta noche, desde las 22 (hora argentina), en el Oracle Arena de Oakland, donde también se jugará el segundo partido, el domingo. Luego, la final se trasladará a Cleveland, donde el Quicken Loans Arena albergará el tercer partido el miércoles y también el cuarto, el viernes 9/6. De ser necesario, el quinto juego sería en Golden State (el lunes 12/6), el sexto en Cleveland (el jueves 15/6) y el séptimo nuevamente en Oakland (el domingo 18/6).

Habiendo tantas figuras en cancha, se esperan partidos parejos, intensos y apasionantes. Los Cavs basan gran parte de su juego en lo que pueda generar LeBron, que está teniendo uno playoffs bestiales, con promedios de 32,5 puntos, 8 rebotes, 7 asistencias y 2,2 robos por partido, aunque también será clave que tanto Irving como Love mantengan su nivel y que el resto del equipo cumpla a la perfección con sus funciones específicas.

Los Warriors, por su parte, mueven más la pelota, aprovechan su asfixiante intensidad defensiva para salir rápido de contraataque y no dependen tanto de Steph Curry, que igualmente está brillando en la postemporada, con promedios de 28,6 puntos, 5,5 rebotes y 5,6 asistencias. Tienen más vías ofensivas que Cleveland y necesitarán mantener la concentración durante toda la serie para poder vengarse de lo ocurrido el año pasado y volver a conquistar el título.