Golden State volvió a imponerse y está 2 a 0 en la final

Anoche, en el Oracle Arena, Golden State Warriors dio una nueva demostración de que es un verdadero equipazo y que, si mantienen el nivel, será muy difícil que se les escape el título. Ayer, pese a que los Cavaliers lucharon y se mantuvieron en partido hasta la mitad del tercer cuarto, los locales terminaron imponiéndose en todos los sectores de la cancha y ganaron 132 a 113, dejando la final 2 a 0. El miércoles, el tercer partido se jugará en Cleveland.

La sensación del partido fue que ni el mejor LeBron James está siendo suficiente para hacerle frente a los Warriors. El Rey jugó un partidazo, haciendo de todo, como de costumbre. Se mostró agresivo, decidido a atacar el aro, y terminó con 29 puntos, 11 rebotes, 14 asistencias y 3 robos, con lo que igualó a Magic Johnson con la mayor cantidad de triples-dobles (8) en la historia de las finales de la NBA.

El problema de LeBron es que solo no puede, y necesita más de sus compañeros. Kevin Love tuvo un aceptable partido, con 27 puntos y 7 rebotes, pero el que debe levantar su nivel es Kyrie Irving, clave en las finales del año pasado, que ayer sumó 19 puntos y 7 asistencias, pero tuvo 3 pérdidas y una pésima efectividad (8-23 en tiros de campo). Además, se necesita el aporte goleador de JR Smith y Deron Williams, que ayer no sumaron puntos.

Por el lado de Golden State, si bien Steph Curry tuvo otro partido fenomenal (logró un triple-doble, con 32 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias), la gran diferencia con respecto al año pasado es la incorporación de Kevin Durant. El ex Oklahoma está aportando lo que se esperaba en ofensiva pero también se transformó en un excelente defensor. Ayer jugó un partidazo y terminó con 33 puntos, 13 rebotes, 6 asistencias, 3 robos y 5 tapones.