2007. A 25 años del primer título de Ferro
Se cumplían 25 años del primer campeonato ganado por un equipo que hizo historia de la mano de Carlos Griguol. El recuerdo emotivo de los héroes.
![](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/f7/19/f71909474cd976dda5e3b3b51679b6325b9ea7a2.jpg)
La historia oficial cuenta que la camiseta de Ferro Carril Oeste empezó siendo blanca con una franja roja para luego virar al marrón con vivos celestes. Y que en 1909, tras una mala racha, Emilio Languasco, secretario del club, propuso el “verde esperanza” para empujar desde la vestimenta un futuro mejor.
Jamás en su centenaria historia, el verde de Ferro brilló con tanto esplendor en el fútbol como en el período 1981-84, lapso en el cual conquistó sus dos únicos títulos en Primera División, conducido por el humilde sabio Timoteo.
Recordar que en la algarabía del vestuario ganador, las dedicatorias eran para Vélez, con el que acababan de equipararse en títulos (1-1), pueden reabrir en el hincha de Oeste las heridas más profundas, sobre todo ante este verde desteñido que amenaza medir fuerzas con Deportivo Merlo para no caer en la tercera categoría. Más allá del inevitable ejercicio del contraste, vaya esta nota a modo de homenaje en su cumpleaños N° 25 a un equipo que hizo historia no sólo en su propia institución sino en el fútbol argentino todo. Un equipo revolucionario.
PADRE DEL PRESSING
Para tomar dimensión de lo que significó aquella campaña, un par de datos ponen en contexto la realidad verdolaga de esos años.
En 1977, Ferro terminó último en el Metro y descendió. Un año más tarde estaba otra vez en Primera y a principios de 1980, la dirigencia del club encabezada por Santiago Leyden y Ricardo Etcheverry realizó la gran apuesta de buscar a Carlos Griguol, que venía algo devaluado, tras dirigir a Kimberley. El nexo fue León Najnudel, padre de la Liga Nacional y en ese momento DT del básquet de Ferro, que conocía a Griguol de cuando ambos estaban en Atlanta.
Tras un comienzo con dudas, 1980 sirvió como laboratorio para modelar al gran equipo que explotaría en 1981. “Yo llegué a Ferro con mi librito –recuerda Griguol–, stopper, líbero, un diez creador, dos volantes de contención. Me costó seis meses conocer el plantel. Tuve la suerte de caer en un club que dejó trabajar al técnico y eso me permitió reordenar ideas, tirar mi librito y empezar a escribir otro”.
![Imagen Griguol, padre de la criatura, y las dos estrellas que le aportó al club como DT.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/96/4b/964b46d3fb72782be9839ab1fb6552a738513081.jpg)
Con un 4-3-3 clásico, haciendo aprovechamiento integral de los marcadores de punta y de la pelota parada, más el buen pie de la mayoría de los jugadores, y un arma básica innovadora (el pressing) que enloquecía a los rivales, Ferro fue la gran sorpresa en los dos torneos de 1981: terminó a un punto del Boca de Maradona en el Metro y perdió 1-0 las dos finales del Nacional con River de Kempes. Su aceitado funcionamiento le permitió a Carlos Barisio alcanzar el récord histórico del fútbol argentino, aún vigente, de 1075 minutos sin goles en contra.
En 1982, con las figuras preparándose con Menotti para el Mundial, Ferro dio el paso que le faltaba y fue campeón invicto, el tercero en el profesionalismo, después de San Lorenzo 68 y 72 (luego se sumarían River 94 y Boca 98), con 16 triunfos y 6 empates. En 14 de los 22 partidos concluyó con la valla invicta y de los 6 encuentros de la serie final, sólo recibió goles en uno.
Basigalup; Mario Gómez, Cúper, Rocchia, Garré; Carlos Arregui, Saccardi, Cañete; Crocco, Márcico y Juárez saltaron a su propio estadio el 27 de junio para sellar un 2-0 sobre Quilmes con goles de Juárez y Rocchia que le permitieron dar la vuelta olímpica, ya que en la ida habían terminado 0-0. Crocco, Cúper, Garré, Rocchia y Saccardi tuvieron asistencia perfecta, Juárez fue el goleador del torneo con 22 tantos, y Barisio, el uruguayo Julio César Jiménez, Jorge Brandoni, Silvio Sotelo, Oscar Acosta y Luis Andreucchi completaron el exiguo plantel.
Un dato ilustra el compromiso de aquel grupo y la excelente preparación que los distinguía del resto: al momento de salir campeón, Héctor Cúper sumaba 145 presencias consecutivas, no faltaba desde el 17 de junio de 1979. Y para comprender hasta qué punto aquel equipo marcó a fuego la vida de Ferro, debe recordarse que de los 10 futbolistas que más partidos jugaron en su historia, siete son de esa etapa: Garré, Cúper, Arregui, Saccardi, Rocchia, Agonil y Crocco.
![Imagen Claudio Crocco.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/43/ca/43ca324b4d22dbf45c0d4357ec6a1d851cf65956.jpg)
La CD que encabezaba Leyden llevaba, en 1982, 18 años de gobierno. La excelencia institucional, manifestada en todas las disciplinas, tenía su correlato en el crecimiento societario: Ferro pasaba de los 14 mil socios que tenía en 1964 a los 48.500 de aquel momento.
“Nada es casual –expresaba Leyden en El Gráfico– para todo hay que quemar etapas, hasta que por fin se conjugó todo: infraestructura, jugadores, poder económico para comprar, cuerpo técnico y fundamentalmente paciencia. El año pasado nos quedamos dos veces en la puerta. Mucha gente me preguntaba si estaba triste. Puede ser que me sintiera menos alegre, pero nunca triste. Y este año se dio. Ahora hay que mantenerse”. Y daba una razón clave en la revista Goles: “No podríamos haber hecho lo mismo en otro club porque para eso tendríamos que conocerle el alma a ese club. Y yo a Ferro le conozco el alma”.
EL CIELO
Los protagonistas reaccionan con emoción a la convocatoria de El Gráfico por el aniversario. A todos ellos lo marcó significativamente la etapa de Ferro. En lo futbolístico y en lo humano. Y a partir de aquí desgranan sus recuerdos. Luis Bonini es un actor clave. En su primer trabajo en un equipo de fútbol dotó al plantel de un estado físico único, que le permitió marcar diferencias sobre el resto. Así lo destacan los jugadores. Además, el ex PF de la Selección de Bielsa conserva una memoria prodigiosa que permite rehacer la hoja de ruta de aquel proceso. Y dice.
● “En 1979 yo era ayudante de Najnudel en básquet. Me salió una oferta de Canadá y cuando se lo comuniqué a los dirigentes, me dijeron que iban a contratar a Griguol y querían que me quedara como PF. Decían que el fútbol necesitaba ser influido por otros deportes, y veían al básquet evolutivamente por encima, sobre todo en las técnicas de entrenamiento”.
● “Carlos me sedujo con su proyecto. Me dijo que en tres años Ferro podía ser campeón. Yo lo miraba como diciendo ‘qué le pasa a este hombre’. Los dirigentes le dieron una lista de 10 jugadores para que quedaran libres, entre los que estaban Cúper y Garré. Carlos pidió un tiempo más para evaluarlos y al final los dos terminaron jugando hasta los 37 años”.
![Imagen Griguol y sus videos.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/e0/80/e08089376540d54413bedf05aa29e1cf8743a087.jpg)
● “Arrancamos en el 80 y llegamos a un partido con Racing en el fondo de la tabla. La gente resistía al equipo y ya se hablaba de un reemplazante de Griguol. Perdíamos 3-1 y lo ganamos sobre la hora 4-3. Al final terminamos por la mitad y Carlos hizo una gran purificación”.
● “Tuvo una gran virtud, Carlos. Siendo de extracción humilde, siempre estuvo abierto a las cosas nuevas. Ferro fue el primer equipo que trabajó con un laboratorio de mediciones morfológicas durante 6 años. En el 80, Ferro evaluaba cada seis meses la parte morfo-funcional de sus jugadores. Y en ese año se formó la base”.
● “Desarrolló un sistema táctico donde la presión fue fundamental. Todo empezó una noche en que mirábamos un partido de básquet. ‘¿Cómo es el tema de la presión?’, me preguntó. Al otro día le llevé el libro ‘Básquetbol a presión’, de Jack Ramsay, el padre de la presión en EE.UU. Ese libro marcaba los principios de la presión. A los 15 días me lo devolvió con una inquietud: ‘¿Cómo podemos llevar esto al fútbol?’. La desarrollamos en las prácticas durante 1980 y en el 81 la pusimos en práctica”.
● “Ferro fue el primero que empezó a trabajar sistemáticamente con pesas en el gimnasio. En otros equipos lo hacían en forma individual, pero estaba el tabú de que te quitaban técnica. Cualquier deportista, cuando se siente fuerte, cree que se come el mundo. Eso nos daba una gran potencia en los desplazamientos, que era clave para presionar, quitar y atacar”.
¿Las claves futboleras?
Arranca Jorge Brandoni: “El temperamento de Saccardi, la técnica y la personalidad de Rocchia, las subidas de Gómez y Garré, el ida y vuelta de Arregui, la habilidad de Crocco y Jiménez, el gol de Juárez y los dos jugadores que hacían la diferencia, los que debe tener cualquier equipo aspirante a campeón: Márcico y Cañete, dos monstruos”.
![Imagen Márcico fue ayudante del Maestro Tabarez en Boca.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/8b/b6/8bb6e7fb2fd19ee1701b8e67eaf0dec2ee81b868.jpg)
Sigue Julio César Jiménez: “En una época donde se improvisaba continuamente, Carlos empezó a mostrarnos videos. Yo jugué en Peñarol, Barcelona y otros equipos, pero con aquel Ferro fue la única vez que tuve una sensación rotunda: sabía que entraba a la cancha y no perdía”.
Ahora echa algo de luz Griguol, el padre de la criatura, que rompe su silenzio stampa de 20 años con El Gráfico: “Los marcadores de punta subían siempre y eso nos permitía tener al 7, al 9 y al 10 en el área. El pressing lo hacíamos, según el rival, en la salida de la pelota, en el área o en el medio. La pelota parada la estudiaba de los partidos de básquet, que miraba con el Ruso Najnudel. A los delanteros los hacía trabajar en básquet. Ese equipo parecía la Selección. Lo que yo le mandaba a hacer, lo hacían”.
Carlos Barisio propone su visión desde el arco: “Era un equipo solidario, cualquier error de un compañero lo subsanaba otro, había un gran sacrificio. Físicamente estábamos 10 pasos delante de los demás, una preparación anormal para un equipo de fútbol. Los pasábamos por arriba a todos a los 20’ del ST. Y después, sabíamos que estábamos en una institución bárbara: los martes cobrábamos los premios. Si te vas a comprar un traje y lo tenés que arreglar de algún lado, es una cosa. Si lo hacés a medida, te calza justo. Y aquellos jugadores calzaron justo en lo que pedía Griguol”.
Mario Gómez, una pieza clave que Griguol trajo de Kimberley, mantuvo la escuela: “Uno de los marcadores de punta siempre iba al ataque y quedaba línea de tres, teníamos buen manejo de pelota con Cañete, Jiménez y Márcico, nos movíamos en bloque, dábamos toda la vuelta por atrás para salir jugando. Nadie nos salía”.
Adolfino Cañete no olvida cuánto aprendió: “Yo pateaba los tiros libres. Para Timoteo, pelota parada tenía que ser gol. Salíamos cinco juntos para cabecear, no nos podían agarrar”.
Claudio Crocco da otras pistas: “Se formó una familia muy unida afuera. Y adentro teníamos un funcionamiento que respetábamos a rajatabla. Hacíamos un pressing mecanizado al que le sumamos talento, porque si tenés que desbordar y no podés pasar a un poste, olvidate de cualquier mecánica”.
![Imagen Rocchia y Saccardi, estandartes.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/e9/d4/e9d4ac9f13f6cc7b0ba77f3a66dff9c3c9b2239f.jpg)
El Beto Márcico, que hoy tiene a su hijo Lucas jugando de enganche en la Cuarta de Ferro, continúa: “Había una camaradería impresionante, muy buenos jugadores y una dirigencia de primer nivel, que no te fallaba nunca. No ibas a ganar más que en otro equipo, la diferencia era que cobrabas. Ese Nacional 82 fue muy importante para mí, porque sobre el final pude ganarme la titularidad. Además, me tocó sufrir la muerte de mi viejo y la pude sobrellevar. Era fanático de Ferro, estuvo en las finales del 81 y no nos pudo ver campeones. Por suerte tuve el apoyo de Saccardi, Basigalup y el cuerpo técnico. Hice la promesa de llevarle a su tumba una plaqueta con el escudito de Ferro y cumplí”.
Oscar Garré, el único campeón del mundo que dio Ferro, el que más partidos jugó en su historia, recientemente eyectado del banco a botellazos y silbidos, no se deja atrapar por la mala memoria: “El orden era la clave de ese equipo, y manejaban la pelota con mucho criterio. Físicamente los matábamos; había rivales que me pedían por favor que no corriéramos más”.
Desde el único teléfono del comedor del club Rivadavia de Peirano, a 60 kilómetros de Rosario, Miguel Angel Juárez destila agradecimiento: “Lo más importante era el convencimiento en la propuesta. Griguol nos dejó enseñanzas de vida. Lo poco que pueda tener se lo debo a Carlos. Si no te alcanzaba para la casa, agarraba el diario y te decía: ‘¿Cuánto tenés?’ y te armaba algo. Nos decía que no nos quería ver con un 0 km y que cuando fuéramos a hablar con los dirigentes lo hiciéramos de saco y corbata, para que nos trataran de usted”.
![Imagen Eduardo Basigalup.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/43/4d/434df5f118ffee7391cbdc930cfb113e8e44a91b.jpg)
Eduardo Basigalup, el arquero que atajó la serie final por el desgarro de Barisio, hace su propia radiografía: “Si te tengo que definir con un nombre propio a ese equipo, es Timoteo, pero se dio una conjunción de cosas: el proyecto de un club muy serio, un cuerpo técnico de lujo, con Aimar y Bonini, y un grupo de jugadores con hambre. Sostener el hambre para un equipo chico por cuatro años no es fácil. Y después teníamos un monstruo: a aquel Márcico yo lo pongo entre los tres mejores jugadores que vi en mi vida, junto a Maradona y Zidane”.
MAS INNOVACIONES
“Les dije: díganme si son capaces de cuidarse solos y no concentramos. En las tribunas teníamos ayudantes de Najnudel, que controlaban lo que hacían los jugadores. Y ahí se veía si a alguno no le respondían las piernas.” (Griguol)
“Nos juntábamos los domingos a las 11 en el club, desayunábamos y charla técnica. Timo tenía trabajos tácticos sensacionales: formaba parejas por sectores para triangular y hacíamos mucho trabajo con pelota. Ahí no había lugar para vagonetas. Saccardi y Rocchia tenían problemas en la rodilla y en las pretemporadas debían subir el Uritorco como todos.” (Márcico)
“La idea era no salir, pero podías ir al cine el sábado, no había prohibición.” (Crocco)
“Carlos hacía un estudio profundo del contrario, adaptaba su táctica a cada rival y entrábamos sabiendo a la perfección lo que hacía el otro, algo que no era habitual en esa época. El lema de Timo era ‘dale, dale, dale y dale‘. Esa filosofía se nos ha pegado. Por ahí un conocido de un equipo grande te decía: ‘Estoy muerto, nos hicieron correr 4 kilómetros’. Y nosotros corríamos 10 o 14.” (Basigalup)
“Griguol copiaba del básquet los movimientos en pelota parada, íbamos a ver los partidos con él. Hacíamos una especie de rueda, y cada uno salía para un lado distinto.” (Barisio)
“Griguol decía que si mandaba arriba a los marcadores de punta anulábamos los wines al rival. Innovó con las cortinas y el manejo de la pelota parada. Najnudel le filmaba el fútbol a Carlos y Carlos, el básquet a León. El sacó que el pivot salía de un lado para el otro. El miércoles nos pasaba el partido en Pontevedra y nos marcaba los errores. Fue uno de los precursores con los videos. A Carlos le encantaba el fútbol alemán y nos pasaba videos seguido.” (Juárez)
“Griguol fue un maestro para todos. A los que tuvimos la suerte de estar con él nos dejó una enseñanza de vida. En lo futbolístico, por la forma de trabajar, por la unión.” (Brandoni)
“Estuve sólo tres años en Ferro, pero fue el mejor grupo que integré en mi carrera. Se dio un fenómeno de buena gente, y el Viejo se ocupó de armar el grupo. Para mí era novedoso que hiciéramos reuniones con nuestras mujeres. Una vez, dio el equipo y dijo: ‘Crocco, puntos suspensivos y Juárez’. Y agregó: ‘Si Cañete presenta a su mujer, juega; si no, no’. Claro, no la había traído a las fiestas. Era por timidez. (Jiménez)
![Imagen Julio Jiménez.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/ab/5d/ab5d8af160cccaaa44bd1155268995a49638e7da.jpg)
“Claro que marcamos una época. Bochini decía: ‘¡Qué equipo aburrido ni aburrido! Te agarran y te pintan la cara’. Había jugadores de nivel excepcional. Yo a Rocchia lo vi sacar una pelota del ángulo de chilena. Nunca la revoleaba, la paraba con el pecho y salía jugando. El Burro y Cacho fueron los dos estandartes.” (Márcico)
“A los jugadores que no tienen talento hay una sola manera de respaldarlos: haciéndoles sentir la confianza de la mecanización. Nuestras razones eran orden, respeto y disciplina. Y una institución que nos brindó un apoyo emocionante. El lema siempre era mejorar lo anterior.” (Griguol)
EL INFIERNO
Es difícil precisar el instante de la caída. En el medio hubo un país que naufragó, y una clase media que sufrió como pocas las consecuencias. Y Caballito es un barrio de clase media. Paralelamente cayó Leyden, llegaron dirigentes incapaces, algunos corruptos, echaron a Griguol, desmantelaron las inferiores, hubo una convocatoria de acreedores, una quiebra para muchos fraudulenta, un juez con intenciones de vender la cancha y que terminó destituido, el descenso al Nacional B y a la B, una gerenciadora que lo subió al Nacional B y terminó siendo expulsada, los insultos a Garré, la promoción que lo puede depositar otra vez en la Primera B, el ocaso...
● “Hay dos circunstancias en la caída: la clase media fue hecha pelota y el club empezó a recaudar menos. Los dirigentes quisieron mantener la misma estructura y fue imposible. No se tomó al fútbol como una actividad comercial y dejaron a seis jugadores libres por no arreglar el contrato: Cúper, Garré, Basigalup, Arregui, Márcico y Cañete. Después hubo una dirigencia que no entendió lo que era Ferro. Hoy voy a la cancha y se me pianta un lagrimón.” (Bonini)
● “Los dirigentes de nuestra época eran duros pero honestos. Por ahí no supieron dar el cambio y la receta se agotó. A Márcico lo tasaban en 2 millones pero no le querían pagar un contrato acorde, y decían: el que se quiere ir, que se vaya. Y terminó yéndose gratis.” (Basigalup)
● “Voy a la cancha y sufro. Mis cuatro hijos, que son todos de Ferro, también. Uno lo quiere ayudar y no sabe cómo.” (Gómez)
● “Los insultos hacia mí son un síntoma de cómo está la sociedad: enferma. Los argentinos no tenemos memoria. Igual, son más los que tienen un buen recuerdo mío.” (Garré)
![Imagen Oscar Garré.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/36/55/3655044ed9843193bc5cb2edde3e814cbc9becb7.jpg)
● “Ferro llega a esto por los malos dirigentes. Algunos robaron; otros no. Ojalá algún día lo paguen. Leyden y Etcheverry nunca hubiera hipotecado al club.” (Márcico)
● “Ferro empieza a caer con la explosión de canchas de pádel y gimnasios. Y cuando dejó de participar en el club la camada de Leyden. Ninguno de los que nos insultaron hicieron más por Ferro que nosotros.” (Brandoni)
● “El órgano fiduciario no se ocupa de la parte deportiva y un grupo de socios pone dinero para solventar el fútbol, entre 50 y 100 pesos cada uno, y 4 o 5 pesados aportan dinero más grosso para pagar a los técnicos y a los refuerzos. Para que el club vuelva a estar en manos de los socios es necesario levantar la quiebra que, se dice, es de 14 millones, y luego llamar a elecciones.” (Gustavo Cuenca, socio, 52 años, desde hace 20 realiza la revista “Gente de Ferro”)
● “No sé qué le pasó, pero en mi carrera de 21 años, y habiendo jugado en River y en Boca, los cinco años que viví en Ferro no los viví en ningún lado. Ferro era un imperio. Y para voltear un imperio tenés que ser un artista.” (Barisio)
![Imagen Barisio.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/c7/9c/c79c5e3900bd4746882ce40b627f40c214bbd64a.jpg)
UN CACHO DE FERRO
“Esta semana pasé varias noches sin dormir, pensando en todo lo que nos jugábamos. A lo mejor, un hincha de Boca o de River no puede entender lo que esto significa para Ferro. Ya habíamos tenidos dos oportunidades y ésta era la definitiva, por eso, antes de salir a la cancha agarré a uno por uno de los muchachos y les dije que hoy nos jugábamos dos años de trabajo, que no podíamos fallar. Por suerte salió como esperábamos. Hace 17 años que estoy en el club y esta alegría es la más grande mi vida”.
Gerónimo Saccardi, el máximo símbolo en la historia de Ferro, no cabía de la emoción en el vestuario campeón. A duras penas, con los restos de coraje y amor propio que lo identificaban, llegó con lo justo para dar la vuelta olímpica soñada, porque a fines de 1983 abandonó su carrera por una artrosis en su rodilla derecha. Cacho se hizo en Ferro, jugó 399 partidos, lo dirigió entre 1996 y 1999 y murió el 4 de mayo de 2002, a los 52 años, por un infarto de miocardio mientras jugaba al tenis. Tenía un corazón demasiado grande, Cacho.
“Fue lo más grande que tuve como compañero –se conmueve Márcico–. Era un león adentro de la cancha, un señor afuera, siempre trató a los pibes muy bien. Era imposible no admirar a Cacho, por eso es el mayor ídolo de la historia de Ferro. En 1981 falleció mi papá y yo pude sobrellevar esa desgracia por el apoyo de Cacho, que me acompañó siempre y me habló”.
![Imagen Gerónimo Saccardi, en andas de sus hinchas, el 27 de junio de 1982.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/b9/d8/b9d8929c3f5ebdbd725847b2609eddac7e4c8b45.jpg)
Miguel Angel Juárez continúa evocando: “Cacho fue un caudillo, adentro de la cancha era imposible quedarse parado viendo a un tipo como él que tenía la pierna hecha pelota. Cuando terminaban los partidos, la mujer lo esperaba en la puerta y Cacho salía rengueando y usándola como bastón”. Y Mario Gómez no puede más que asentir: “En las pretemporadas siempre iba entre los primeros, y todos sabíamos cuánto sufría”. Y cierra Cañete: “Cacho era medio equipo. Empujaba, ordenaba, contagiaba, te hacía sentir siempre local”.
QUE HACEN LOS CAMPEONES
Carlos Barisio. DT a cargo de los jugadores libres de Futbolistas Agremiados.
Eduardo Basigalup. Ex ayudante de Cúper, entrena arqueros en el Zaragoza.
mario Gomez. Empezó como ayudante de Griguol en Ferro (1988), luego siguió con Cúper, hoy DT de Gimnasia de Jujuy.
Hector Cuper. El DT más exitoso: campañón en Huracán, Lanús y Valencia, dirigió al Inter.
![Imagen Héctor Cúper.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/33/39/33392b0986890c6744c3e42838f7a1e2f03bea0e.jpg)
Juan Domingo Rocchia. Fue DT de Ferro en 1986. Tuvo un cáncer de recto, pero se recuperó. Está alejado del fútbol.
Oscar Garre. Dirigió a Ferro hasta mayo de este año y se fue por los resultados.
Carlos Arregui. Se alejó del fútbol. Vendió pescado en Bariloche y ahora está en Italia, con fábrica de zapatos.
Jorge Brandoni. Dirigió a varios equipos y fue ayudante de Garré en Ferro.
Geronimo Saccardi. Falleció. Había dirigido a Ferro.
Adolfino Cañete. Tiene una Academia de fútbol de 80 chicos en Asunción, en una red que incluye al Barcelona de España.
Claudio Crocco. Maneja la escuela del Club Italiano, frente al Parque Rivadavia, en Caballito.
Julio Cesar Jimenez. Dirige la Séptima División de Vélez desde 1999.
Alberto Marcico. Dirigió a Chicago y fue ayudante de Tabárez. Hoy se postula como manager de Boca con el dirigente Roberto Digón.
Miguel Angel Juarez. Dirigió en el ascenso, hoy es coordinador de las inferiores de Rivadavia de Peirano, a 60 km de Rosario.
MASCARDI: “FERRO VA A DESAPARECER”
“Si Ferro no se va a la B este año, se va a ir el año que viene. Y cuando se vaya, va a desaparecer”. Gustavo Mascardi es terminante, habla con dolor y bronca, en su triple condición de hincha, ex futbolista que llegó a compartir la Tercera con Cúper, Garré y Crocco y de gerenciador abortado. Recuerda que fue a ver las dos finales con Quilmes y a la hora de buscarle una explicación a la debacle, no duda: “La conducción de Leyden no supo ver el futuro. Vélez y Ferro competían, estaban parejos, y mirá dónde está uno y otro hoy. Ferro se llenó de empleados y no supo ver que el fútbol es una actividad profesional, entonces cuando empezó a perder socios, no tuvo una estructura que lo aguantara. Y a Leyden lo siguió una sucesión de dirigentes inescrupulosos que terminaron de destrozar el club”.
Mascardi asegura que perdió cerca de tres millones de pesos como gerenciador (2002-05), vínculo que terminó cuando le cortaron el contrato. Hubo acusaciones cruzadas entre las partes, pero lo cierto es que, con Mascardi, Ferro subió de la B al Nacional B y estuvo cerca de entrar al reducido para escalar a la A. “Fui a invertir y me metí en un nido de ratas –sigue destilando bronca el empresario–. El fútbol es para gente que sabe de fútbol, no para órganos fiduciarios ni para jueces, que se meten y hacen desastres. Si hubieran vendido bien a los jugadores, hoy Ferro podría haber levantado la quiebra. Por eso voy a seguir con este litigio a muerte. La gente de Ferro se considera un equipo grande y es chico, muy chico. Creen que pueden andar en Ferrari y no pueden ni andar en caballito”.
Por Diego Borinsky (2007).
Fotos: Jorge Dominelli y Archivo El Gráfico.