Todo con respaldo: la historia de los auspiciantes en las camisetas
De Boca en 1967 a la fecha, la publicidad en el fútbol argentino tuvo presencias llamativas: desde aerolíneas hasta tostados, desde la Primera División hasta la D.
A fines de 1966, en la inauguración de los terrenos que iban a conformar la Ciudad Deportiva de Boca Juniors, su presidente Alberto J. Armando anunció que el club había recibido una inversión de 60 millones de pesos de la época para llevar adelante las obras del predio. En declaraciones a periodistas, el particular dirigente dijo: "A mí me van a criticar al principio, pero después me tendrán que seguir, como siempre".
Dicho y hecho. El 5 de marzo de 1967, por la primera fecha del Torneo Metropolitano, Boca salió a la Bombonera con una peculiaridad: en vez de vestir su camiseta tradicional, los jugadores tenían puesto un buzo azul con el logo naranja de la marca de refrescos Crush en el pecho. Se tomaron la foto de rigor para los periodistas con dicho buzo y después se lo quitaron para jugar el correspondiente partido que terminó empatado sin goles ante Quilmes. Crush era la marca que invirtió en el Xeneize por un contrato que se extendía por todo ese año. No sólo regía para los equipos de Primera División, sino que también la Reserva y la Tercera debían llevar ese buzo para entrar a la cancha.
Ese año 1967 no sería uno de los más recordados por Boca (quedó 4° en la Sección A del Metropolitano y 7° en el Nacional); sin embargo marcó historia en el mundo al ser el primer equipo en llevar un auspiciante a la hora de entrar a la cancha. Si bien otras marcas auspiciaron en el club de La Ribera (como los caramelos Sugus), Crush fue la única que llevaron los jugadores, al menos en un buzo.
El primer equipo que, efectivamente, tuvo un auspiciante en su camiseta fue Eintracht Brunswick, conjunto alemán que jugaba la Bundesliga y que en 1973 fue sponsoreado por la marca de licores Jägermeister. A pesar del recelo que generaba, esto no tendría vuelta atrás y lentamente los clubes comenzaron a tener marcas en sus casacas.
Argentina, en 1978, fue uno de los primeros países que se sumó a esta moda, mucho antes incluso que España, que comenzaría a usarla cuatro años después. Tímidamente algunos clubes del fútbol argentino empezarían a utilizar auspicios que servían para solventar sus gastos particulares. Las marcas eran un apoyo económico para los equipos que no atravesaban sus mejores momentos. A partir de 1983 el auspicio en la camiseta se haría mucho más presente. Recién en 1992, Ferro fue el último equipo en la Primera División que, por fuera del logo de la marca que los vestía, imprimió una marca en su clásica casaca verde con Gel Sport. Previamente Vélez, en 1991, fue sponsoreado por el sistema médico prepago Medicorp.
Los primeros equipos
Estudiantes de Buenos Aires jugó su única temporada en Primera División durante el Metropolitano de 1978. Su campaña no fue de las mejores dado que apenas sacaron 29 puntos. Quedaron últimos en la tabla general, con apenas 8 triunfos sobre 40 partidos.
En uno de los partidos que ganó, el histórico 1-0 a River con gol de Toloza jugado el 23 de julio, el Pincha de Caseros presentó en su camiseta el primer auspicio de una marca en un club argentino: Cooperativa Saenz Peña. La misma camiseta fue utilizada una semana antes en la derrota 5-2 contra Racing, y para la fecha siguiente al partido que le ganó al Millonario, Estudiantes volvió a usar su casaca tradicional.
Sin embargo este auspicio fue el primero que le dio la oportunidad a clubes que atravesaban crisis económicas de llevar un poco de dinero. El siguiente club que utilizó una marca fue Argentinos Juniors. Como una forma de retener un tiempo más a Diego Maradona, el presidente de la institución Próspero Cónsoli consiguió el auspicio de las Líneas Aéreas Austral por todo el año 1979.
También una aerolínea se encargaría de vestir la camiseta de Quilmes ese mismo año: AeroPerú fue el auspicio del Cervecero mientras disputaba su única Copa Libertadores de América, sobre todo para poder solventar los gastos de los viajes.
A partir de 1980 otros equipos comenzaron a ver la posibilidad de usar marcas en sus camisetas: Argentino de Quilmes con la línea de micros El Omnibus, Nueva Chicago con la Caja Lugano y Sarmiento con el Canal 2 de Junín se subieron a la movida de los auspicios.
San Lorenzo, en su única temporada en la segunda categoría del fútbol argentino, tuvo durante pocos partidos el auspicio de los caramelos Mu-Mu. Incluso llegó a usarlo el día que logró el ascenso a Primera tras ganarle 1-0 a El Porvenir en la cancha de Vélez con gol de Insúa de penal.
Boca volvió a usar un auspicio para sus jugadores recién 16 años después de su experiencia con Crush. Otra bebida fue la elegida, pero en este caso una alcohólica: Vinos Maravilla vistió durante gran parte de 1983 la camiseta del xeneize.
River e Independiente tuvieron en 1985 sus primeras auspiciantes: el Millonario tuvo a los neumáticos Fate como una marca histórica en su camiseta, mientras que la empresa de fotocopiadoras Mita auspició durante siete años a los Diablos Rojos.
Racing, durante su estadia en la segunda división, escogió a la empresa de seguros Fides durante dos años hasta 1987.
Huracán, con un jóven Claudio Turco García en sus filas tuvo al Banco Juncal como su primer sponsor en el año 1982.
Estudiantes, al igual que Quilmes, utilizó solamente para la Copa Libertadores de 1983 un auspicio en su camiseta: se trató del diario El Día, de La Plata. Gimnasia, en cambio, recién tuvo en 1990 su primer auspicio: se trató de la mezcla adhesiva Pegamax.
Rosario Central en 1985 escogió a la marca de motocicletas Zanella como su primer auspiciante, mientras que en 1987 Newell's tuvo en su camiseta el logo de la Lotería de Santa Fe.
Algunas curiosidades
Mencionadas la Lotería de Santa Fe en Newell's, hubo otros auspicios provinciales que vistieron camisetas: la Lotería Chaqueña vistió a Unión de General Pinedo en 1984, y Alianza de Cutral Có tuvo al Banco de la Provincia de Neuquén en su estadia durante el Nacional 1985.
En tiempos en los que aerolíneas como Qatar Airways o Emirates auspician a Boca o River como a otros equipos de prestigio en el mundo, hubo otra que, mucho tiempo antes, las precedió: a las mencionadas Austral en Argentinos Juniors y AeroPerú en Quilmes, AlItalia hizo lo mismo vistiendo a Deportivo Italiano durante 1985 en la única temporada que jugó Ricardo Caruso Lombardi en ese club.
Otras marcas deportivas se encargaron de vestir a distintos equipos del ascenso argentino para solventar sus gastos: la marca de botines Fulvence auspició las camisetas de Deportivo Laferrere en 1987 y Dock Sud en 1992. En cambio, la indumentaria Zeus fue el primer auspicio de la camiseta de All Boys en 1983.
Las bebidas fueron una permanente dentro de las casacas argentinas: Belgrano de Córdoba optó por los Vinos San Javier en 1987, Platense y Argentinos Juniors con 7Up en 1984, Argentino de Quilmes con la Soda Strubolin y Excursionistas también tuvo a la Soda Beccar en 1991 compartido con la mencionada Fulvence.
El acceso al fútbol de parte de los auspiciantes propiciaba la aparición de marcas que, vista desde estos tiempos, son llamativas: Tigre tuvo en el Frigorífico Rioplantese en 1984 a su primer sponsor, Almirante Brown en 1985 fue auspiciada por los tanques de agua Monofort, Chacarita Juniors en el mismo año tuvo a las motocicletas Gilera, Talleres de Remedios de Escalada a los repelente contra mosquitos Fuyi en 1988, Mandiyú de Corrientes a la empresa de televisión Cablex, Deportivo Merlo en 1989 a la fabrica Don Hielo y Defensa y Justicia, tres años antes y con el campeón del mundo en 1978 Julio Ricardo Villa como uno de sus referentes, tuvo de sponsor al Bingo La Bolilla.
Por último, la comida también encontró clubes que los escogieron en sus camisetas: All Boys utilizó en más de una vez a los postres Mantecol, Arsenal de Sarandí tuvo en 1992 el auspicio de los alfajores Jorgito, Atlético de Rafaela a la marca de hamburguesas Paty en 1989, Defensores Unidos a las galletitas Pallasi, Deportivo Morón a los Fideos Devoto y Midland, durante su histórico récord de 50 partidos invicto, tuvo el patrocinio de los Tostados Mendes.
Foto de portada e interiores: Archivo El Gráfico