China ha recibido la Fórmula 1 con un clima adverso. Ya en los días previos del Gran Premio la lluvia siempre estuvo presente y en los Libres 1 no ha sido una excepción. El trazado de Shanghái ha presentado un asfalto mojado pero, aún peor, una visibilidad muy pobre. Esta cuestión ha sido la causa principal por la que la sesión se ha reducido en más de la mitad: el helicóptero médico no podía volar.
Aunque en un inicio los equipos debatieron sobre adelantar la carrera para el sábado y que se dispute después de la clasificación, se resolvió que la final sea el domingo pese a que las previsiones meteorológicas no son para nada buenas.
Max Verstappen fue el más rápido, aunque varios pilotos no lograron marcar tiempo.