PLATENSE lo buscó y lo encontró. Fue más que Unión y terminó con el premio que merecía: el triunfo por 1 a 0 ante un Unión en el que la figura excluyente fue su arquero Sebastián Moyano, hasta un momento fatal.

En el primer tiempo las ocasiones de gol fueron todas para el Calamar, a través de Juan Infante, un cabezazo defectuoso de Franco Díaz y dos chances muy claras en las que Moyano fue determinante: un derechazo de Raúl Lozano con el empeine y un centro de Lucas Ocampo que se le metía por detrás.

En la segunda mitad, el equipo de Martín Palermo siguió con la iniciativa y tuvo en los pies de Nicolás Servetto una chance clara a los 8 minutos, pero otra vez salvó el arquero Tatengue. Hasta que a los 13 minutos llegó el único error de Moyano: salió a cortar un centro y manoteó la pelota, pero después le pegó a Díaz en la cabeza y, a instancias del VAR, Fernando Espinoza marcó penal.

El derechazo cruzado de Servetto fue inatajable y así Platense logró la ventaja que cuidó por el resto del partido, pero lo hizo sin defenderse ni sufrir el acecho de los de Kily González, que no encontraron nunca peso ofrensivo.

La victoria trajo oxígeno para los de Vicente López en su lucha por alejarse de la zona baja y también para Palermo, cuestionado en su cargo en las últimas semanas.