UNIÓN DE SANTA FE quiere cambiar la cara que dejó la campaña pasada. Pese a salvarse del descenso, lo peleó hasta la última fecha y corrió serios riesgos de perder la categoría.
Es por ello que tanto la dirigencia como el Kily González tomaron la decisión de hacer una fuerte inversión y reforzar un joven plantel con jugadores de experiencia y jerarquía. El primero de ellos, un hombre de la casa: Lucas Gamba.
El delantero vuelve al Tatengue con 36 años y luego de cuatro años y medio, en los que pasó por Liga de Quito, Rosario Central, Huracán y Central Córdoba. Su último paso fue en el Ferroviario, donde convirtió nueve goles y brindó seis asistencias en 42 encuentros.