JUAN ROMÁN RIQUELME es el foco central de Boca y cada vez que aparece en escena eclipsa todo lo que lo rodea. Por eso, al sentarse en medio de Cristian Lema y Kevin Zenón en la presentación oficial de los dos refuerzos Xeneizes, apenas tomó la palabra por un par de minutos y después desapareció del escenario para dejar que los protagonistas sean los jugadores.

Sin embargo, sus dos breves intervenciones fueron verdaderos estiletazos que llevan su marca registrada y fueron dirigidos a sus dos ocasionales víctimas: el archirrival, River, y el presidente de Unión, Luis Spahn.

Cuando se refirió a Cristian Lema, proveniente de Lanús, Riquelme subrayó el hecho de que ya haya experimentado el cariño de los hinchas en la excursión a Córdoba para enfrentar a Belgrano. 

Pero su reflexión no se quedó sólo ahí y lo que siguió pudo interpretarse como una suerte de chicana para con River, su archirrival: "Hemos tomado la decisión de hacer las pretemporadas en el interior de nuestro país porque es maravilloso y la gente puede abrazar a nuestros futbolistas y sacarse fotos con ellos". Dicha medida contrasta con la habitual costumbre del club de Núñez de realizar sus preparaciones en los Estados Unidos.

Después, el destinatario de los dardos fue la máxima autoridad Tatengue cuando Román sostuvo que "Zenón se hizo rogar un poco más, costó un poco y se hizo un poquito largo. Hubiese sido muy lindo tenerte unos días antes para jugar los partidos con tus compañeros. El presidente de Unión lo hizo un poquito largo, muchas gracias por la fuerza que hiciste para llegar a nuestro club", expresó dirigiéndose directamente al volante creativo.