TOMÁS MARCHIORI mostró sus mejores reflejos para ahogarle el grito de gol al Chino Romero, quien lo fuslió con un cabezazo a quemarropa.
El ex arquero de Atlético Tucumán estaba pasado y prácticamente condenado, pero sacó un manotazo salvador con su derecha para negarle la apertura del marcador al experimentado delantero.
Iban seis minutos de la segunda mitad y con esta tapada, el arquero de Vélez le permitió a su equipo mantener la igualdad parcial.
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