NEWELL'S vive un momento de grave crisis futbolística. Hace pocos días perdió el clásico con Central y este viernes volvió a caer, esta vez en su casa, contra Racing por 1-0. De los últimos ocho partidos solamente ganó dos, y la campaña de su actual entrenador, Sebastián Méndez, suma una victoria, dos empates y tres derrotas.

Desde el vamos el público Leproso mostró su bronca y entonó con fuerza el "Que se vayan todos, que no quede ni uno solo", incluso antes de que comenzara el partido. Y ni hablar durante el desarrollo, en el que sumaron silbidos de reprobación y otro canto hiriente: "Jugadores, la c... de su madre; a ver si ponen huevos que no juegan con nadie".

El equipo se retiró, una vez consumada la caída, envuelto en abucheos pero apoyado por Méndez, que consoló uno por uno a sus intérpretes. Después, en la conferencia de prensa y con un semblate de abatimiento, el conductor fue claro: "Hay que empezar a ganar. La gente tiene toda la razón de estar enojada, pero así va a estar extremadamente difícil, se va a hacer bastante complicado. Jamás vamos a ir en contra de ellos".

Cuando le preguntaron si tenía fuerzas para seguir, el Gallego dijo que "yo estoy bien, siempre estoy fuerte. He pasado por situaciones más difíciles que esta. Pero no pasa por cómo esté yo, quiero que los jugadores estén bien para poder disputar los partidos. Si no estás fuerte desde lo anímico, todo lo que puede hacer tu físico pasa a segundo plano". 

"Llegamos a tocar fondo y lo que nos queda es despegar y salir de ahí. Hay que trabajar, que es la única realidad del fútbol. Trabajo, más trabajo, más trabajo. Duele muchísimo pero mañana hay que levantarse", concluyó.

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