ATENAS, Grecia (AP) — Michel Platini podrá dirigirse a los líderes del fútbol europeo antes que su sucesor como presidente de la UEFA sea elegido, pese a que cumple una suspensión de cuatro años de toda actividad relacionada con el deporte.

La buena disposición de la UEFA al permitir que Platini dé un discurso en Atenas el miércoles se ajusta a la manera en que el organismo ha apoyado al dirigente francés desde que fuera suspendido por primera vez en octubre. La confederación no nombró a un presidente interino mientras Platini agotaba todas las vías legales en un intento por anular la suspensión por violaciones a la ética tras recibir un pago de dos millones de francos suizos (dos millones de dólares) de la FIFA en 2011.

La sanción impide a Platini ocupar un cargo de poder en el fútbol o realizar cualquier actividad que dé la impresión de que sigue fungiendo como funcionario. Pero el comité de ética de la FIFA indicó que la UEFA solicitó "que se haga una excepción a fin de que el señor Platini pueda ofrecer un breve discurso de despedida" en el congreso que se realizará en la capital griega.

"El presidente de la cámara resolutoria, el señor Hans-Joachim Eckert, otorgó esta excepción como gesto de humanidad", informó la oficina del juez a través de un comunicado a The Associated Press.

Después de ser dirigida desde 2007 por Platini, ex capitán de la selección francesa, la UEFA tendrá como su nuevo presidente a un administrador prácticamente desconocido —ya sea su vicepresidente holandés Michael van Praag o el líder de la federación eslovena Aleksander Ceferin.

La federación francesa ha manifestado públicamente su apoyo a Ceferin, al igual que el presidente de la federación polaca Zbigniew Boniek, ex compañero de Platini en la Juventus.

En Atenas, Platini se encontrará en público con el ex secretario general de la UEFA, Gianni Infantino, quien aprovechó que su jefe era suspendido para buscar la presidencia de la FIFA.

Joseph Blatter, quien fue suspendido junto con Platini por autorizar el pago, no obtuvo permiso para ofrecer un discurso de despedida similar en el congreso de la FIFA en febrero, cuando Infantino fue elegido nuevo dirigente del organismo rector del fútbol mundial.