RAFAEL NADAL comunicó este martes que no jugará el Masters 1000 de Toronto, en Canadá, torneo en el que debía defender el título. Este miércoles iba a enfrentarse con el sudafricano Lloyd Harris, quien lo eliminó la semana pasada en el certamen de Washington, pero decidió bajarse por los dolores que arrastra en el pie izquierdo.
El español, que esta semana salió del top 3 del ranking ATP después de cuatro años, había regresado al circuito en Washington tras casi dos meses de inactividad: su último partido habia sido el 11 de junio en las semifinales de Roland Garros ante Novak Djokovic; luego se perdió Wimbledon y los Juegos Olímpicos de Tokio.
Nadal, de 35 años y actual número cuatro del mundo, expresó: "Realmente quería jugar pero era el momento de tomar una decisión y, desafortunadamente, decidí no hacerlo".
"Tengo este problema durante unos meses, como la gente ya sabe. No es una situación fácil porque siempre me fue bien en Canadá, sobre todo después de no haber podido jugar el año pasado. No hacerlo ahora de nuevo es duro, difícil, pero es lo que hay en este momento", dijo, apesadumbrado, el campeón defensor.
19 de noviembre. El suizo y el español se midieron en la tercera ronda del Miami Open, en 2004, con triunfo de Rafa por 6-3 y 6-3. El origen de la rivalidad.
07 de agosto. El tenista español de 38 años hizo un importante anuncio a través de sus redes sociales y generó el lamento de sus fanáticos.
03 de junio. El español cumple 38 años en el epílogo de su carrera y amerita el repaso de una selección de actuaciones en ediciones anteriores en Roland Garros, con un bonus track con la marca registrada de El Gráfico.
07 de enero. El español sufrió dolencias físicas durante toda su carrera y, incluso de ese modo, es el segundo máximo campeón de Grand Slams y fue número uno del mundo en diez temporadas diferentes. Mirá la infografía completa.
23 de septiembre. El recuerdo del partido final del suizo en Londres, con una ovación que lo conmovió hasta las lágrimas durante la Laver Cup.
08 de agosto. "La Máquina", lo bautizó Diego para dejar en claro que no hay tenista más grande que el suizo.