Cristiano Ronaldo fue el gran protagonista en el duelo que Portugal empató 2-2 contra Serbia por las Eliminatorias de Europa el pasado sábado. En la última acción del partido, no le validaron un gol cuando la pelota había traspasado en su totalidad la línea y eso provocó un ataque de ira con el árbitro y el juez de línea. 

En su reclamo ampuloso, Cristiano Ronaldo terminó por sacarse el brazalete de capitán mientras abandonaba el campo de juego, revolearlo por los aires y dejarlo sobre el césped. Lo increíble de la historia es que el enojo y la polémica se terminaron convirtiendo en un acto solidario. 

Djordje Vukicevic, un bombero que trabajaba en el estadio, encontró el brazalete y lo puso a disposición de una organización humanitaria para subastarlo. El objetivo era recaudar para pagarle el tratamiento de un bebé de 6 meses que sufre atrofia muscular espinal.

3 días después, Jovan Simic, fundador de la organización serbia Juntos por la Vida, que ayuda a niños con enfermedades graves, confirmó en su cuenta de twitter que se juntaron 64 mil euros por el brazalete. 

La amiotrofia espinal es una enfermedad neuromuscular que afecta a un bebé de cada 10.000. Los músculos se debilitan y con el paso del tiempo evolucionan hasta la parálisis o el fallecimiento antes de cumplir los dos años. Se estima que el tratamiento puede llegar a costar 2 millones de euros.