MAURO ICARDI es poco menos que un emperador en Galatasaray y el equipo al que arribó en 2022 conquistó la última liga turca gracias a su terrible poder goleador, ya que marcó 25 tantos en 34 partidos del certamen.

Sus números totales marcan 87 actuaciones y 61 festejos, y ya son tres los títulos obtenidos por el rosarino: dos certámenes nacionales y la Supercopa de Turquía, y cuando en julio de 2023 el conjunto rojo y amarillo compró su pase a PSG y concretó la extensión de su contrato hasta 2026, los hinchas lo celebraron como si fuera otra estrella en el palmarés.

Eran tiempos felices también a nivel familiar, cuando se permitió ingresar junto a su por entonces esposa, Wanda Nara, y sus hijos al estadio de Galatasaray para ser aclamado por más de 40 mil personas.

El actual torneo ya lleva 11 fechas e Icardi metió 4 goles en 7 presencias, pero la alegría del pasado dio lugar a la tristeza e incertidumbre del presente. Por un lado, las cuestiones domésticas que eran armónicas se convirtieron en un tormento con la separación de la conductora y empresaria ocurrida en agosto pasado.

En la faceta futbolística, quizá la situación extradeportiva le jugó una mala pasada que terminó con la grave lesión que sufrió el pasado 8 de noviembre en el triunfo por 3-2 ante Tottenham por la Europa League: rotura de ligamento cruzado y menisco de la rodilla derecha, que lo tendrá alejado de las canchas durante varios meses.

Ante tal panorama el futbolista retornó a la Argentina para instalarse en el departamento del edificio Chateau Libertador que comparte con su ex pareja. Wanda Nara se encontraba en Brasil junto con su actual novio, el cantante L-Gante, y al volver se produjo un hecho escandaloso que motivó una denuncia en contra de Icardi por parte de ella.

Según el periodista de espectáculos Gustavo Méndez, "el día que llegó Wanda Nara de Brasil, ese fin de semana de amor con L-Gante, tuvieron una fuerte discusión, ella subió para ver a las hijas, las hijas estaban durmiendo, los hijos también, y tuvieron una discusión muy fuerte, breve pero fuerte, donde Mauro Icardi no quería que se vayan".

Presuntamente, el 9 de Galatasaray se interpuso en el camino de Wanda y escondió la llave para que no se fuera, pero finalmente la mujer logró zafar y retirarse del lugar.

En virtud de todo lo ocurrido, la demanda impuso una serie de condiciones al ex atacante de la Selección Argentina "1) abstenerse de actos de perturbación o intimidación directa o indirecta respecto a Wanda Nara; 2) disponer el reingreso de ella a su domicilio de Avenida del Libertador 7.050; 3) Convocarlo a la audiencia del día 15 a las 10".

En efecto, esa audiencia se desarrolló en la mañana de este viernes luego de que el jueves se conocieran en algunos programas televisivos supuestos mensajes de Icardi en los que subrayaría que "es todo una exageración de Wanda. No ejercí ningún tipo de violencia. Es mi casa y también tengo derechos pero ella lleva todo a lo mediático, desvirtúa las cosas en favor de su propósito personal".

Lo cierto es que lo que era oro gracias a sus hazañas deportivas se convirtió en barro por lo que pasa más allá del fútbol y por la grave dolencia que lo marginará de su profesión como mínimo hasta mediados de 2025, cuando se calce nuevamente los botines y busque el bálsamo de sus goles salvadores.

IMAGEN DE PORTADA: AFP