DIEGO MARTÍNEZ llegó a Paraguay para tomar el nuevo desafío de su vida: será el entrenador de Cerro Porteño, a menos de tres meses de su salida de Boca.
"Es un equipo muy grande en Sudamérica con muchas obligaciones y que no está teniendo el mejor presente, por eso el gran desafío. Es un equipo muy popular y con mucha cantidad de gente y eso nos genera excelentes sensaciones", había expresado el técnico argentino una vez confirmada su contratación.
Martínez tendrá dos fuertes metas en Cerro Porteño: clasificarse a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2025, para lo que deberá atravesar dos series previas de playoffs, y conquistar un título en el ámbito local, un objetivo esquivo desde 2021.
Existe una posibilidad de que Boca se interponga en su camino próximo en la Copa: podría enfrentarse con su ex equipo en la fase 3 de la Copa.
"Que tenga que ser lo que Dios y el destino quieran que sea. Obviamente enfrentarse con Boca, por jerarquía de futbolistas y lo que significa, es más difícil que enfrentarse a otros, pero intentaros hacerlo con profesionalismo y con nuestras armas para poder seguir adelante", había manifestado Martínez.
Para llegar a la fase de grupos de la Libertadores y eventualmente pelear por la Copa necesitará jerarquizar el plantel: para eso pidió nada menos que ocho refuerzos.
El ex técnico de Boca fue muy concreto en sus especificaciones: solicitó, sin nombres -al menos no se supieron de manera pública- un arquero con buen manejo de pies, un marcador central zurdo, un enganche, un centrodelantero y cuatro mediocampistas, tanto con llegada como para interceptar juego.
Se puede puntualizar, en ese sentido, que Martínez intentaría llevarse algún refuerzo de sus dirigidos en Boca. Que haya pedido un arquero obliga a disparar con un nombre de fuerza propia: Sergio Romero, lejos de tener la continuidad asegurada ante la irrupción de Leandro Brey.
Se entiende que el Ciclón de Barrio Obrero no tiene a su alcance captar muchas piezas de Boca, aunque podría aprovechar la oportunidad si es que existen jugadores que el Xeneize declararía "prescindibles" o "negociables".
En la mitad de la cancha hay dos alternativas con nula continuidad a los que Martínez podría apuntar: Agustín Martegani, recién llegado al Xeneize -apenas apareció un puñado de minutos en la cancha desde la asunción de Fernando Gago como DT-, y Juan Ramírez, muy cuestionado en el ecosistema de los hinchas de Boca.
Imagen de portada: Mathias Cuevas