El segundo gol de Argentina frente a Inglaterra en el Mundial 1986 es, le pese a quien le pese, uno de los hechos culturales más importantes de la historia del país. Un gol que es inútil adjetivar. ¿A los ingleses? ¿Después de Malvinas?  ¿En un Mundial? ¿Con esa jugada? Nunca habrá nada igual. Después de eso a Diego Maradona le perdonamos todo.  Ese gol nos sobrevivirá y será de nuestros hijos, nietos y todas las generaciones argentinas venideras.

La descripción del gol queda a cargo de Diego:

"El Negro Enrique me la da lejos del arco. Tengo la suerte de encarar y ver a los ingleses que no me podían agarrar, no podían llegar a la pelota..."

"... Fenwick me quiere meter la mano pero yo venia a 100 por hora, a mi no me paraba nadie..."



"...cuando voy a patear lo veo a Shilton que me tapa todo el arco..."



"...entonces le amago, se la juego cortita..."



"...y queda despatarrado..."



"...y la empujo..."



"...y siento una patada que me rompió el tobillo..."



"... pero era tan grande la alegría del gol, que no me dolió."



"Fue el gol soñado, no porque lo haya hecho yo."





Fotógrafos de El Gráfico en México '86: Eduardo Forte, Ricardo Alfieri (h), Gerardo Horovitz y Marcelo Figueras.

Gracias a Juan Arcidiacono por la investigación fotográfica.