Gatlin, festejando su gran triunfo en Londres.
Justin Gatlin tiene un cuestionable historial relacionado con el doping. En 2001 fue suspendido por dos años (luego la sanción se redujo a la mitad) por uso de anfetaminas. En 2006 recibió una suspensión de cuatro años (iba a ser sancionado de por vida pero se bajó por su compromiso de colaborar con la justicia) por dar positivo por testosterona. El estadounidense volvió a competir y este año arruinó la despedida de Usain Bolt al vencerlo en la final de los 100m libres en el Mundial de Londres.
Ahora, a los 35 años, Gatlin vuelve a ser salpicado por el doping. El diario inglés Telegraph llevó a cabo una investigación en la que unos periodistas se hicieron pasar por preparadores físicos de un actor y le consultaron a Dennis Mitchell y Robert Wagner, entrenador y representante de Gatlin, cómo hacer para mejorar su rendimiento. Ambos le propusieron utilizar testosterona y hormonas de crecimiento.
Luego de este escándalo, tanto la IAAF como la USADA abrieron una investigación para esclarecer el caso. La primera reacción de Gatlin fue despedir a su entrenador y desmentir fuertemente las acusaciones: "Estoy en shock y muy sorprendido de leer que mi entrenador haya podido tener algo con estas acusaciones. Le he despedido según me he enterado y todas las posibilidades legales están sobre la mesa. No pienso permitir que nadie mienta sobre mí. No uso ni he usado sustancias prohibidas para mejorar mi rendimiento".