“Fue una tarde inolvidable. Pensé que había llorado tanto por todas las emociones fuertes por las que atravesé en las semanas anteriores con la enfermedad de mi hija. Pero no, la alegría que sentí fue inexplicable. Sentí como nunca la felicidad de todo un pueblo”.
El que habla es Christian Gómez, Gomito para los que lo quieren como compañero y amigo y también para su hinchada, que deliró el sábado con el sueño hecho realidad: Chicago en Primera por segunda vez en su historia (pasaron 20 años de la primera vez que ascendieron). El del sábado fue 3-2 ante Instituto de Córdoba, un ida y vuelta intenso que terminó con festejo visitante y con todo el delirio de Mataderos, simbolizado en esas ocho mil personas que colmaron la tribuna visitante.
“La sensación, ahora en frío, es igual a la que vivimos el sábado en la cancha –sigue Gómez–. Ascender a Primera es cumplir con un sueño que todo el equipo tenía. Porque este equipo está formado por profesionales, pero principalmente por amantes de este deporte. Y como futbolistas que somos, nuestro orgullo pasaba por jugar en Primera. Al ver el esfuerzo de todos mis compañeros y ver a esa gente que a pesar de los problemas económicos que está atravesando se fue como pudo hasta Córdoba para apoyarnos, me di cuenta de que este ascenso es más que justo. Y emociona porque en Chicago hay un corazón enorme, que tira para un mismo lado y es un club en donde las personas están por encima de todo”.
Gomito continúa sensible. Su agradecimiento a Agustina y Gabriela –hija y esposa– es eterno. Y para sus compañeros, no ahorra las gracias: “Soy hincha de Chicago desde siempre. Este club estuvo siempre conmigo, y no olvidaré nunca cómo me bancó el grupo. Cuando estaba mal, cuando no pude estar con ellos (problemas personales le impidieron estar en la revancha con Quilmes y en la primera final ante Instituto, en Mataderos), ellos estuvieron conmigo. Sin caretas, sino con sinceridad. Quizá por todo esto que tenía adentro me salieron las cosas, Además porque todo el equipo jugó bien y creó las situaciones para que los delanteros convirtieran”, explicó Gómez.
Chicago volvió en caravana. Con más banderas verdes y negras de las que pudieron imaginar reunir. En Córdoba, en tanto, quedó un equipo herido con la misma sensación que cuando Banfield se aseguró el pase a la final por el primer ascenso (después derrotó a Quilmes) ganándole también a Instituto.
Supersticiones al margen, los de Mataderos se alojaron en el mismo hotel que Banfield, se entrenaron a las mismas horas y en las mismas canchas auxiliares del club Atlético, y llegaron exactamente dos días antes del partido. ¿Casualidad? “No tengo idea –dice Gomito–. Siempre hay cábalas en un equipo, pero las de Chicago tienen que ver con cosas nuestras, que se fueron generando a lo largo de la campaña, y nunca miramos a los demás. Lo importante es que trajimos lo que fuimos a buscar: el ascenso”.
El Gráfico (2001).
16 de diciembre. El Chapu fue oficializado como nuevo DT de un histórico club que milita en la Primera Nacional.
01 de diciembre. San Martín de San Juan y Gimnasia de Mendoza sorprendieron y jugarán el partido por el segundo ascenso desde la Primera Nacional.
24 de noviembre. El Torito superó 2-1 a San Martín de San Juan y se acerca al partido definitorio del reducido.
16 de noviembre. El Torito venció 1-0 al Cervecero y dio un paso más en su sueño de regresar a Primera.
26 de octubre. El conjunto de Mar del Plata superó 2-0 a San Telmo y ganó la Zona B de la Primera Nacional.
13 de octubre. El Torito igualó 1-1 en la fecha 36 de la Zona B de la Primera Nacional.
19 de septiembre. Nicolás Giménez brilla en Al Wasl y fue galardonado como el mejor extranjero de la Liga. Desde Asia recuerda al 10 y reafirma su sueño de jugar un Mundial con la Selección de Emiratos Árabes.