DURANTE LOS ÚLTIMOS AÑOS, el fútbol brasileño acostumbró a rutilantes refuerzos y un fuerte desembolso de dinero para adquirir jugadores de primer nivel. PALMEIRAS no es la excepeción.

Tras la mala Copa Libertadores que hizo en 2024, donde quedó eliminado en octavos de final a manos del que finalmente fue campeón, Botafogo, apuntó a hacer un fuerte mercado de pases con el fin de volver a pelear el torneo continental y, además, el Mundial de Clubes.

Bajo esta consigna, el cuadro de San Pablo anunció ni más ni menos que a Paulinho, figura del Atlético Mineiro finalista de la útlima edición de la Conmebol Libertadores y miembro de una gran delantera junto a Deyverson y Hulk, quienes hicieron sufrir a equipos tales como River y Fluminense.

Con sólo 24 años, el atacante ya pasó por Europa, donde vistió la camiseta de Bayer Leverkusen, y fue campeón olímpico en Tokio 2020 con la Selección de Brasil. Dicho currículum, junto a su gran nivel el último año, hicieron que Palmeiras pague 18 millones de dólares por su ficha.

Dicha transferencia se suma a la de Facundo Torres, uruguayo procedente de Orlando City de la MLS, por quien el Verdao desembolsó otros 12 millones.