LIONEL MESSI llegó a Estados Unidos para sacudir al Soccer y convertirlo en fútbol. Más allá de los goles, los triunfos y la sorpresa por su talento, lentamente el anonimato del capitán de la Selección Argentina se va esfumando.
Es allí, en la atención a su figura que el mundo empieza a darse cuenta que tiene dos sombras, la propia por el reflejo de la luz y la otra, la que lo cuida y lo sigue, un misterioso hombre de barba y físico rocoso.
Yassine Cheuko, así es el nombre del espartano guardaespaldas, tiene una historia digna de ser contada. Cómo ex marine estuvo asignado en Irak y Afganistán en el año 2001, ya retirado se dedicó a dar clases de artes marciales, compartir en la MMA y pos supuesto a ofrecer sus servicios cómo acompañante personal.
Yassine Cheuko lentamente deja de ser un ilustre desconocido para convertirse en una cara identificable. Una prueba de ello es que ya superó el estatus de “guardaespaldas de Messi” para tener nombre y apellido propio.