GONZALO MONTIEL y MARCOS ACUÑA son los futbolistas argentinos que están al límite de las amonestaciones en el marco de una Copa del Mundo con pocas tarjetas en la cual Argentina no fue la excepción.

Cachete vio la tarjeta amarilla ante México en una disputa de balón tardía y violenta contra Erick Gutiérrez, que llegó antes a la pelota pero no pudo esquivar la pierna derecha del lateral argentino.
 
Huevo, por su parte, fue amonestado por una falta sobre Michal Skoras en el tercer partido argentino en la Copa del Mundo frente a Polonia. 

El reglamento de la FIFA dice que "si un jugador o miembro del cuerpo técnico es amonestado en dos partidos diferentes, se le impondrá una suspensión de manera automática y no podrá participar en el siguiente partido de su selección". Pero, además aclara que "en la fase final no se acumularán las tarjetas amarillas después de cuartos de final".

Es decir que las tarjetas amarillas "se borran" una vez terminada la fase de cuartos de final y, con esto, la FIFA se asegura que las principales estrellas de los equipos puedan decir presente en la final.

Uno de los casos más emblemáticos y que sufrió en carne propia la Argentina fue la segunda amarila de Claudio Caniggia en las semifinales de Italia 90 (justamente ante Italia al realizar una mano instrascendente en mitad de cancha) que privó al Hijo del viento de estar en la final contra Alemania.

Montiel y Acuña, en caso de jugar, deberán tener cuidado de no recibir una amonestación porque se perderán, si es que Argentina supera a Países Bajos, el duelo de semifinales ante Brasil o Croacia.

FOTO DE PORTADA:Odd ANDERSEN / AFP