VINCIUS JUNIOR es un jugador descomunal dentro del campo de juego. Sin embargo, le suele ocurrir de entrar en conflictos tanto fuera como dentro de la cancha, y este domingo en el clásico no fue la excepción.
Es que ante Barcelona y con el partido 4-1, luego del tumulto por la expulsión de Ronald Araujo, el delantero le hizo al banco Blaugrana el gesto de "Cuatro a uno" con los dedos.
Esto generó una ola de críticas en España sobre su comportamiento. Pese a ello, el brasileño se defendió en conferencia de prensa e hizo una fuerte declaración contra aquellos que pelean con él.
"Estoy triste porque todos quieren pelear conmigo, saben que van a salir en la prensa. Intento al máximo estar muy tranquilo y centrado, pero a veces no soy solo yo. Claro que no soy un santo. A veces, hablo demasiado y hago regates que no debería hacer, pero estoy aquí para mejorar y dar ejemplo a los niños", expresó el hombre merengue, que volverá a Madrid con un nuevo trofeo en brazos.