REAL MADRID se consagró campeón el sábado de la Liga de España tras su victoria 3-0 ante Cádiz y la derrota posterior de Barcelona a manos de Girona.
Los festejos fueron medidos porque el Merengue se enteró del título por televisión y porque otra final golpea su puerta: la revancha frente a Bayern Munich por las semifinales de la Champions League del miércoles.
El equipo de Carlo Ancelotti iba a recibir el trofeo el sábado, luego del encuentro ante Granada como visitante.
Pero el Merengue se alertó que ese día se puede consumar matemáticamente el descenso de su rival, si es que más temprano Mallorca suma de a tres y Real Madrid no pierde en el Nuevo Los Cármenes.
El flamante campeón pidió, por respeto a su próximo rival y a su gente, que la entrega del título se haga eficiente en el próximo partido en el Santiago Bernabéu, previsto para el martes 14 de mayo ante Deportivo Alavés.
La Liga tomó nota de lo ocurrido la temporada pasada, cuando Barcelona salió campeón en la cancha de Espanyol, el clásico de ciudad, y lo mandó al descenso, por lo que se generaron múltiples incidentes.
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