PAULO DYBALA Y LEANDRO PAREDES tuvieron un año irregular en Roma. Más allá de ser ídolo y goleador, las lesiones le jugaron una mala pasada a la Joya, quien en la última etapa participó menos. En el caso del volante, fue abonado al banco de suplentes hasta la reciente llegada de Claudio Ranieri.

La vuelta de Paredes a Boca, la casa que lo vio nacer y a la que retornará indefectiblemente, comenzó a sonar con más fuerza. E incluso la posibilidad de que arrastrara a su amigo y compañero también en la Selección Argentina, tal como lo sostuvo la misma esposa de Dybala, Oriana Sabatini: "Paredes le empezó a instalar la idea de que vuelvan los dos. Yo re quiero volver a Argentina. Pero tampoco estoy para el quilombo familiar. Si su amigo quiere que vaya a Boca, va a volver con su amigo", confesó.

Sin embargo, el nuevo entrenador sentó una postura muy clara respecto de ambos este viernes: "Quiero que estén en el equipo el año que viene. No nos andemos con vueltas. Ya les dije que son imprescindibles, les expliqué que en Como sufrimos la ausencia de Hummels y Paredes, siempre dejé jugar a Dybala".

En el caso del cordobés, que convirtió un doblete en el 5-0 del último domingo ante Parma, está a menos de 10 partidos de extender su contrato de manera automática por un año más, más allá de que pueda haber negociaciones para reducir su salario.

Por su parte Paredes, también autor de un tanto de penal en la goleada, se encuentra cerca de cumplir una serie de objetivos y su vínculo también se extendería hasta 2026, lo que dilataría su vuelta al Xeneize, que soñaba con tenerlo para el Mundial de Clubes a mitad de 2025.