LEANDRO PAREDES y su vuelta a Boca es el tema más comentado de los últimos días. Tras la derrota por Europa League del jueves pasado ante AZ Alkmaar, en el que fue titular y capitán, el propio protagonista manifestó sobre su futuro: "No lo sé, vivo mi carrera día a día; veremos".
En la Argentina llueven las versiones sobre que el arreglo económico entre el jugador surgido de las entrañas Xeneizes y el propio club ya estaría sellado y que restaría concluir la operación con la Loba, con la que Paredes tiene contrato hasta junio de 2025. Pero el jugador está a punto de cumplir la cantidad de partidos necesaria para que automáticamente el acuerdo se extienda hasta diciembre.
En medio de las especulaciones y de la ilusión del mundo Azul y Oro por vivir cuanto antes el retorno de su hijo dilecto, una noticia llamó la atención de todos este domingo: el mediocampista de la Selección Argentina fue al banco en el triunfo ante Udinese 2-1 por la Serie A, lo mismo que su amigo Paulo Dybala, que sí ingresó un rato.
Más allá de lo que podría ser un intento por preservarlo, tanto a él como a la Joya, para el trascendental choque del próximo jueves por el certamen europeo frente a Eintracht Frankfurt, la situación no dejó de sorprender en el marco de la expectativa por una definición acerca de su futuro.
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