BARCELONA no inscribió a tiempo a Dani Olmo y Pau Víctor, aunque presentó la documentación necesaria para blanquear el dinero con el que iba a llevar a cabo las nuevas fichas de los futbolistas.
El equipo culé ingresó en la regla 1-1, por lo que desde ahora cualquier ingreso irá netamente a las arcas del club.
Eso no hizo que La Liga apruebe el Fiar Play financiero de Barcelona, que sigue dando números en rojo. Su presidente, Joan Laporta, vendió palcos vip del Nuevo Camp Nou, aún sin terminar, para conseguir el dinero necesario para volver a inscribir a los refuerzos, que venían jugando únicamente de forma provisional, ya que fueron anotados con las fichas de Christensen y Ronald Araújo, dos futbolistas que estaban lesionados.
El equipo catalán apelará ante la justicia la decisión, aunque ya le dio la espalda en dos ocasiones diferentes días atrás y no se imagina una respuesta positiva, tras vencerse el plazo estipulado del 31 de diciembre de 2024.
Si la misma no llega, Dani Olmo y Pau Víctor no podrán jugar en lo que resta de temporada en la Liga de España y hasta podrían marcharse libres.
La historia no termina acá: si el ex Leipzig decide irse, está en todo su derecho de reclamar el dinero de su contrato hasta junio de 2028, lo que haría que Barcelona entre en la mismísima ruina económica, cuatro meses después de haber abonado 60 millones de euros por el pase del campeón de la Eurocopa con España.
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