EL MUNDIAL es un acontecimiento que excede el plano futbolístico. Muchos de los sucesos que tiene lugar durante cada Copa del Mundo esconden un trasfondo más allá de la pelota. Como fue el caso que protagonizaron los jugadores de Irán.

Los futbolistas del equipo asiático decidieron no entonar las estrofas del himno nacional en la previa del partido que perdieran ante Inglaterra, en la apertura del grupo B de Qatar 2022.

El asesinato de la joven iraní Masha Amini, suceso que tuvo lugar en septiembre pasado y fue responsabilidad de la Policía Moral de Irán, provocó una explosión de manifestaciones contra el gobierno de Ebrahim Raisi. Pocos días después la Selección de Irán jugó un amistoso ante Senegal, en Austria, y los jugadores se sumaron a los reclamos con indumentaria negra que ocultaba el escudo de la federación.

El delantero Sardar Azmoun, por entonces, decidió verbalizar la protesta: "No puedo quedarme callado. Si el castigo es ser expulsado de la Selección entonces será un pequeño precio a pagar por un solo mechón del pelo de una mujer iraní. Debieran avergonzarse por asesinar a una persona. Larga vida a las mujeres iraníes".

La postura del atacante provocó un choque con la federación iraní y puso en aprietos al entrenaodr Carlos Queiroz, quien sufrió presiones para que no lo convocara con vistas a la Copa del Mundo.

Después el centrodelantero Mehdi Taremi, acaso el jugador más valioso de la Selección, generó otro impacto: simpatizante del gobierno de Ebrahim Raisi, se mostró en disidencia con los comentarios de su compañero. Ambos, al cabo, fueron convocados para el Mundial.