1946. River triunfó en Rosario

Se destruyó la regularidad que el año 1945 se había notado en los encuentros sostenidos por River Plate y Newell's Old Boys: en Núñez ganaron los millonarios y en el Parque Independencia triunfaron los rojinegros. Esta vez la historia no se repitió... Y la victoria del team visitante, que permanece al tope de la tabla, significó también la primera derrota sufrida por Newell's en su cancha este año.

 

 

Tal contraste pudo no haberse producido y, de ese modo, cada cual hubiera salido con la recompensa que merecía. No es del caso borrar el gol obtenido por Moreno — pese a lo confuso de la jugada — pero sí admitir que Newell's debió haber conseguido un tanto en su dominio de la etapa inicial. Un empate, entonces, habría reflejado mejor la fisonomía del match: dos delanteras a ratos vistosas, pero de escaso rendimiento, superadas por dos defensas activas, eficaces, bien plantadas. En cuanto respecta a Newell's no tengo suficientes puntos personales de referencia como para juzgar su actuación del domingo relacionándola con el promedio de sus performances anteriores.

 

 

Entiendo además, que la ausencia de Runzer debe haber rebajado el nivel de juego y de positivismo en la línea delantera. El domingo, frente a River Plate, los de Newell's alistaron una defensa excelente, tanto que Perucca fue superado por sus compañeros de ese sector, y un ataque carente de armonía y de peligrosidad. Se apreciaron algunas lucidas acciones individuales y ciertas plausibles tentativas por realizar una labor de calidad; sin embargo, el juego de ese quinteto perdió efectividad por falta de fibra, de nervio, de aplomo; resultó de un accionar muy liviano, inconsistente, para anular a la defensa riverplatense. No obstante lo cual hubo por lo menos una ocasión en la que el arco de los visitantes estuvo a punto de caer y no ocurrió así por la providencial intervención del travesaño...

 

    

La ventaja de un golcito al término de la primera etapa hubiera constituido un reconocimiento al dominio ejercido por Newell's, así como también a la casi total pasividad de los delanteros millonarios, quienes durante todo ese  período molestaron poco y nada a Mussimesi. Incluido Gallo en el extremo derecho del quinteto, donde el domingo anterior había jugado Martínez, no llenó el cometido con eficacia porque resultó evidente que extrañaba su ubicación y a menudo se olvidaba de ella, aparte de , de mostró una lentitud inadecuada para el puesto y para aventajar a un hombre tan ligero como Sobrero; el ala derecha se completó con Moreno, cuya reaparición no significó, por cierto, un refuerzo.

 

 

Admirablemente marcados Loustau y Labruna, los proyectos que Pedernera construye por lo general con éxito no prosperaron esta vez y hasta se vio cómo lo despojaban de la pelota, verdadero acontecimiento este porque ya se había hecho proverbial que el gran jugador no desaprovechara una sola pelota llegada a su poder.