Lionel Messi

El increíble acto fallido de Barcelona el día del debut de Messi en Miami

El exclub de Leo hizo una publicación que confirma que le cuesta "soltar". ¿Casualidad o causalidad?

Por Adrián Wowczuk ·

21 de julio de 2023

BARCELONA y LIONEL MESSI vivirán una eterna relación de amor mutuo, más allá de las idas y vueltas que hubo desde que el mejor jugador del mundo se fue de manera traumática a PSG y de la imposibilidad de concretar la vuelta que en un momento pareció cerca pero que terminó por diluirse.

Lo que no está tan claro es a cuál de los dos actores de esa novela romántica le cuesta más asimilar el impacto de estar separados. Para el club catalán parece una empresa difícil de asumir, a juzgar por una curiosa y polémica publicación que hizo este viernes a través de su cuenta de Twitter.

Subido a la ola del éxito de dos estrenos de cine que por estos días acaparan la atención y la taquilla en todo el mundo, Barcelona propuso un juego: publicó los looks adecuados para ir a ver Oppenheimer, el nuevo film de Christopher Nolan y Barbie, la película protagonizada por Margot Robbie y Ryan Gosling que causa sensación en todas partes.

Para la primera, utilizó una foto del primer equipo formado con atuendo totalmente negro.

 

Imagen El look que propone Barcelona para ver Oppenheimer.
El look que propone Barcelona para ver Oppenheimer.
 

Para la segunda, otra en la que los jugadores lucen una casaca rosa. En ambas está Lionel Messi, pero destaca mucho más la segunda, ya que también este viernes el capitán de la Selección Argentina vestirá la camiseta de ese color, pero jugando para Inter Miami, el club que logró contratar sus servicios cuando todos los caminos de su continuidad en el fútbol conducían a Barcelona.

 

Imagen Messi de rosa, pero en Barcelona, el mismo día que debutará con ese color en Inter Miami.
Messi de rosa, pero en Barcelona, el mismo día que debutará con ese color en Inter Miami.
 

¿Casualidad o causalidad? ¿Acto fallido o acción consciente con tintes de nostalgia y despecho? Un verdadero caso de diván futbolero que necesita no un director técnico, sino un psicólogo.
 

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