La dolorosa reflexión de Rubén Magnano sobre el básquet argentino
El entrenador que ganó la medalla de oro en Atenas 2004, hizo un descarnado análisis 20 años después.
RUBÉN MAGNANO quedará en la historia grande del básquet argentino por ser el general que comandó a la Generación Dorada a la conquista del oro olímpico en Atenas 2004, además del subcampeonato mundial en Indianápolis 2002, entre otros logros.
El entrenador trabajó en la Selección Argentina desde 1992 hasta 2004 y sentó las bases de lo que se convirtió en una estirpe ganadora de jugadores a las que calificó como "un grupo de personas humildemente inteligentes que pese a la edad supieron ocupar el peldaño de la escalera que correspondía para entregarle al equipo lo que correspondía en cada momento".
Hoy, veinte años después de la presea dorada, decidió dejar la dirección técnica, algo que anunció días pasados y reafirmó este viernes en diálogo con TyC Sports. Reconoció que la noticia "causó un poco de eclosión, fue muy rimbombante, pero ni me lo esperaba. Fue una decisión que ya estaba tomada".
Igualmente aclaró que "dejé la dirección técnica pero el básquet no lo abandono, ahora estará nutrido por otras actividades más ligadas a la enseñanza. Por años no pude vivir situaciones irrecuperables pero ahora estoy mucho más tranquilo, en lo familiar con los nietos, los amigos, las cosas sociales; me place muchísimo y veo que ha sido la decisión correcta".
Acerca de la dolorosa ausencia de la Albiceleste en los Juegos Olímpicos de París, Magnano consideró que no estar "en estas competencias madre es un retroceso, porque es un agente multiplicador en la disciplina y sumamente importante para el crecimiento. Hay que ver las herramientas que se tienen para trabajar, lo cual debe reforzarse en este momento de adversidad".
Por último volvió a referirse a los basquetbolistas que marcaron un antes y un después en el básquet nacional. En los lauros que se obtuvieron "Hay muchísimo mérito de los jugadores, es más: aprendí a entender que sin aceptación de ellos no hay entrenador que valga. Yo sé que los técnicos tuvimos una vital importancia, pero se llevan mucho los jugadores porque son los protagonistas".
"Había equidad, no había nombres propios por encima de la Selección en sí misma. Todas esas variables estuvieron construidas desde el primer día, sobre todo dentro del rectángulo, y fue creando una mentalidad extremadamente competitiva", concluyó.