FRANCO COLAPINTO tendrá este fin de semana su sexta presentación en la Fórmula 1, en el circuito de Interlagos, en el Gran Premio de San Pablo, Brasil.

El piloto argentino, que ya sumó puntos en dos de las cinco carreras que protagonizó en la máxima categoría con la escudería Williams, aterrizó en Brasil en horas de la noche de este martes y ya tiene la mira puesta en el desafío.

El circuito de Interlagos, también conocido como Autódromo José Carlos Pace, es una de las pistas más representativas de la Fórmula 1: combina historia, exigencia y un trazado llamativo en sentido contrario al reloj.

Ayrton Senna, presente

Ayrton Senna, el histórico tricampeón mundial fallecido en 1994 en Bologna, tendrá presencia en Interlagos: allí está la famosa "Curva do Senna", una porción que rinde tributo el ex piloto brasileño. Por esa curva pasará, infinidad de veces, el piloto sensación del momento: Colapinto.

El circuito

El trazado de San Pablo tiene una extensión de 4.309 kilómetros, que constan de 15 curvas, y se corre en sentido antihorario. Esta característica representa un esfuerzo mayor para los protagonistas por la exigencia en la zona del cuello: la costumbre en el calendario de la Fórmula 1 es girar hacia el sentido del reloj.

La vuelta de Interlagos arranca con la conocida "S de Senna", una combinación de curvas rápidas con rumbo a la izquierda y, de inmediato, a la derecha. Los pilotos bajan la velocidad apenas salen de la recta principal.

En las primeras vueltas esta peculiaridad ofrece la posibilidad mayor de adelantamiento, aunque requiere garantizaruna buena salida en la siguiente recta y ganar la ventaja para el resto de la vuelta.

Después de varias curvas técnicas, los pilotos tienen que afrontar una sección final que incluye una empinada subida que es conocida en el deporte motor como el "Mudo do Café". Es una de las zonas más exigentes desde el aspecto físico, con la inclinación de la pista y la fuerza G del giro.

Una vuelta por Interlagos

 

 

Correr bajo la lluvia

El clima, en el Gran Premio de Brasil, resulta imposible de predecir hasta para los especialistas. Las lluvias son frecuentes y tan repentinas que pueden modificar el desarrollo de la carrera en un puñado de segundos.

Esta situación representa un desafío extra para los pilotos, que deben adaptarse bruscamente a los cambios y a las condiciones adversas.