RIVER rescató un empate agónico como local frente a Lanús pero volvió a quedar en deuda desde el juego.

Martín Demichelis sigue sin poder encontrar un equipo que dé garantías y el funcionamiento no aparece, incluso jugando en el Monumental, su gran fortaleza.

A pesar de haber jugado fuerte en el mercado de pases, los refuerzos no pudieron cambiarle la cara al Millonario en este primer partido oficial del semestre.

 
El que mejor sensaciones dejó fue Felipe Peña Biafore. El ex Lanús, justamente, estuvo 90 minutos en cancha (fue reemplazado por Matías Kranevitter en el tiempo agregado).

El volante central le dio cierto orden a un equipo que ya se muestra desequilibrado desde el vamos, producto de los nombres que planta en cancha el entrenador.

Peña acertó la mayoría de los pases, muchos de ellos para adelante, punzantes, para romper líneas, y sólo se mostró dubitativo sobre el final del primer tiempo.

 
Federico Gattoni alternó buenas y malas pero su cara quedó en la foto del segundo tanto de Lanús al tener dos errores en una misma acción, perdiendo por abajo primero, y por arriba después.

El ex Sevilla se mostró más cómodo con la pelota que sin ella. A pesar de algunos cruces certeros, no mostró la firmeza que sí solía exhibir en San Lorenzo.

Con el arribo de Valentín Gómez, su titularidad podría estar en riesgo. Si el ex Vélez le gana el puesto, seguramente Paulo Díaz vuelva a ser el primer marcador central.

 
Jeremías Ledesma tuvo su estreno oficial en el arco de River, mientras que Franco Armani fue al banco de suplentes por decisión del DT.

El ex Cádiz no tuvo grandes responsabilidades en los dos goles de Lanús: el primero fue un mano a mano con una buena definición de Marcelino Moreno y en el segundo, no pudo contener el potente cabezazo de Torres.

A Ledesma se lo notó cómodo con el balón en los pies en salida y, a diferencia de Armani, juega un poco más adelantado. Sin embargo, no tuvo una actuación como para ganarle el puesto al Pulpo, quien podría volver al arco este miércoles ante Godoy Cruz.

 
Adam Bareiro ingresó en los últimos 15 minutos en lugar de Manuel Lanzini y le costó encontrar su lugar en la cancha.

Se paró cerca de Miguel Borja, el centrodelantero y goleador de River, pero por momentos quiso buscar acción por las bandas sin buenas intervenciones.

Sobre el final decidió meterse en el corazón del área, como lo hacía en San Lorenzo, y su aporte en el segundo gol de River, en modo barullero, fue clave para que su equipo rescatara un punto.

Franco Carboni, por último, vio todo el partido desde el banco de los suplentes y esperará su chance este miércoles en Mendoza frente a Godoy Cruz desde las 19.30.