RIVER sumó cuatro de seis puntos en el inicio del Torneo Apertura 2025 gracias a dos goles agónicos que le permitieron, desde el resultado, irse tranquilo a su casa.
Sin embargo, desde el juego este River que invirtió millones en el mercado de pases está en deuda y Marcelo Gallardo lo sabe.
El entrenador admitió en la conferencia de prensa posterior al 1-0 sobre Instituto que "el problema fue todo el equipo, en su conjunto no funcionó bien y hubo desconcierto nuestro para encontrar los caminos con lucidez y frescura".
Ese mensaje para los jugadores que seguramente realizó puertas adentro, ahora lo exteriorizó. Con las recetas de los rivales tán fáciles de detectar: aminorar la marcha de los partidos, dejar la piel en cada duelo individual y tratar de aprovechar cualquier descuido de River, el técnico millonario deberá trabajar en la cabeza de sus jugadores casi tanto como en lo futbolístico.
Sin embargo, la pregunta del millón es la siguiente: ¿tiene River los elementos necesarios para contrarrestar estos embates?
El problema futbolístico más grande que tiene River lo padece en el mediocampo: a sus jugadores les cuesta horrores recuperar el balón y, cuando lo tienen, hacen el juego y las transiciones muy lentas y previsibles, y les cuesta muchísimo generar situaciones de gol. Además, prácticamente no patean al arco.
Entonces River está en una encrucijada muy grande porque no puede ni lo dejan jugar a lo que quiere. Posiblemente cuando Matías Rojas y Sebastián Driussi se pongan al 100 por ciento, el nivel del equipo de Gallardo mejore.
La posible llegada de Kevin Castaño también podría mejorar el mediocampo pero esa es otra historia. A River le faltan volantes por afuera y/o volantes mixtos que ocupen todos los sectores del campo como solía hacerlo Nicolás De la Cruz.
El domingo tendrá otra prueba de fuego ante un encumbrado San Lorenzo, que buscará quitarle el invicto al River de Gallardo en su cancha. El Millonario sabe que deberá redoblar esfuerzos para lograr un buen resultado en el Bajo Flores y se verá si la mano de su entrenador rindió sus frutos.
Foto de portada: AFP