DIEGO SCHWARTZMAN se metió este miércoles en los octavos de final del Masters 1000 de Cincinnati, en el estado de Ohio, tras superar 6-1, 4-6 y 6-4 al estadounidense Frances Tiafoe. En la próxima instancia se medirá con el noruego Casper Ruud, quien viene de eliminar al gigante Reilly Opelka, reciente finalista en Toronto.

El Peque necesitó dos horas y cuarto de partido para superar a un Tiafoe (51º) que se recuperó de buena forma tras un primer set muy adverso. "El primer set fue espectacular. Estaba con impactos muy buenos para atacar y saqué buenos passings para defenderme. Me sentí con mucho margen. En el segundo set me quedé sin impacto y perdí un poco de adrenalina; él empezó a arriesgar más y jugar mejor. Yo me mantuve tranquilo, esperé mi chance en el tercer set y cayó de mi lado", analizó el número 14 del mundo.

Ruud, su próximo rival, viene de hilvanar tres títulos consecutivos sobre polvo de ladrillo en Bastad, Gstaad y Kitzbühel. Está en el mejor de su carrera y ubicado en el puesto número 11 del ranking. Schwartzman tiene claro el contrincante que tendrá enfrente: "Viene con mucha confianza desde el año pasado. Está en pleno ascenso y es muy difícil plantear un partido. En los momentos importantes podría no dudar como sí lo haría en otra etapa de su vida. Tengo que seguir con mi juego y ser prolijo. La cancha es rápida y puedo llegar a complicarlo porque él necesita unos segundos más para tomar la derecha y empezar a repartir".